Sueño de una noche de Concurso

Las modalidades con menor número de seguidores imponen que el cupo sea cerrado y acotado con temor a ser absorbidas por aquellas con mayor proyección, con mayor número de seguidores, con mayor calidad en la actualidad. Por otro lado, las cantidades son exageradamente descompensadas, para cuartos de 14 coros un máximo de 12 (85,7%), de 4 cuartetos 6 (66,6%), para 39 chirigotas 19 (48,7%) y con 52 comparsas solo 19 (36,5) %. Se puede objetar que mayor número de agrupaciones no es significado de más calidad, argumento que es aplicable a cualquier modalidad, incluso se puede aplicar el inverso, menor tampoco lo es.

El COAC 2023 está demostrando que el coro en general sigue estando y no consigue levantar pasiones como pasó allá por los años 80. El cuartero pasa momentos de absoluta debilidad y hay que impulsar la modalidad, lo que no significa que haya que regalar pases de fase a diestro y siniestro. Se habla que la chirigota ha subido su nivel, no estoy de acuerdo, en realidad ha recuperado el que tenía hace algunos años atrás y del que nos habíamos olvidado. Y en cuanto a la comparsa mantiene su robustez, sigue siendo la modalidad con mayor número de adeptos, con mayor calidad, con mayor competición.

En definitiva, el pase debe ser abierto y sin acotar, el jurado cada año decidirá, según su criterio, el número de agrupaciones por modalidad que pasa a cada fase. Esto aportaría al concurso mayor equilibrio, asegurando que ninguna agrupación con suficiente calidad para pasar quede fuera por otra menor de modalidad diferente. Será que aún me dura la resaca, de pestiños, será que me estoy volviendo mayor, o que la aportación económica que genera el pase de fase es demasiado golosa. Quizás la verdad duela. Juzguen y opinen ustedes.