'Snchz': ilegal e ilegítimo
Sí utilizamos la Memoria Histórica observamos que el PSOE es un partido que desde sus orígenes ha cuestionado la Ley y el ordenamiento
Utilicemos la lógica de los enunciados utilizadas por los filósofos antiguos para construir la metafísica. Apliquémosla a la situación en la que hoy vivimos y veamos a donde nos lleva la amnistía. En la Constitución no se prevé el concepto como tal, aunque sí se prohíbe los indultos generales. La aplicación de los principios de derecho a la hora de interpretar el ordenamiento jurídico lo impide, ya que sí lo menos (indultos generales está expresamente prohibido), lo más tienen que estar absolutamente prohibido. Quien puede lo más, también puede lo menos, pero nunca a la inversa. Es un principio elemental y a los efectos de interpretar cualquier norma de derecho, con independencia de su rango debe seguirse al artículo 3 Código Civil. Las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquellas.
Analicemos que significa y que efectos tiene la amnistía. La Ley que la autorice deberá entender que las normas existentes y en cuya virtud todos los condenados o pendientes de condena lo fueron por unas normas ilegales e ilegitimas. De ahí que se apliquen al tránsito de una dictadura a una democracia. Porque se pretende alcanzar la segunda situación (democracia) a través de un proceso constituyente dotándolo de una constitución, entre cuyos principios jurídicos conformadores está la democracia y el Estado de derecho. Habitualmente y en esas situaciones, la Ley inicia el proceso constituyente que sienta las bases del nuevo Estado que comienza a construirse y que para el caso español en la Transición fue la Ley 1/1977, de 4 de enero, para la Reforma Política. A continuación, y en ese contexto y no en otro (transito de una dictadura a una democracia) se promulgó una Ley de Amnistía, la Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía. Esta incluía la amnistía de los presos políticos y un amplio espectro de delitos entre los que se encontraban actos políticos, rebelión, sedición –incluidos los delitos y faltas cometidos a consecuencia de ambas– y denegación de auxilio cometidos antes del día 15 de diciembre de 1976,fecha de ratificación en referéndum de la Ley para la Reforma Política. De igual forma, también amnistiaba a las autoridades, funcionarios y agentes del orden que hubieran cometido delitos o faltas durante la persecución de actos políticos o hubieran violado «los derechos de las personas». Puesta en vigor en plena transición a la democracia, su objetivo era eliminar algunos efectos jurídicos que pudieran hacer peligrar la consolidación del nuevo régimen que se pretendía construir. Es decir, que sí ahora se tramita esa Ley por el «procedimiento de la desvergüenza total» (como proposición de Ley, para que los órganos consultivos en la elaboración de las leyes no intervengan) es que los proponentes consideran que los actos objeto de amnistía, de olvido jurídico total, no habían sido regulados conforme a un ordenamiento democrático. En consecuencia, ese ordenamiento es 'legal' pero es ilegítimo. Al ser ilegítimo pasa a ser jurídicamente irregular. Precisamente, la Ley de Amnistía tendría que justificar la ilegalidad del ordenamiento existente, contrario a la Constitución. Por lo tanto, sólo quedarían dos caminos posibles conforme a la Ley española, primero cambiar la Constitución modificándola por la vía del artículo 186 o en su caso convocar un proceso constituyente, lo cual sólo sería posible a través de un proceso revolucionario previo. En consecuencia, 'Snchz' fue elegido presidente a través de un ordenamiento ilegal e ilegítimo. La construcción de los enunciados a través de las correspondientes hipótesis de partida, nos llevarían a la solución o conclusión consistente en que 'Snchz' es un presidente ilegal e ilegítimo. En consecuencia, habría que removerlo porque no es un presidente democrático, elegido conforme a las prescripciones legales de un auténtico Estado de derecho.
No me extraña la situación. Sí utilizamos la Memoria Histórica observamos que el PSOE es un partido que desde sus orígenes ha cuestionado la Ley y el ordenamiento. A tal respecto dijo el fundador del PSOE Pablo Iglesias Posse (Diario de Sesiones del Congreso 5 de mayo de 1910) (fundador del partido) «que el partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales…, esta aspiración lleva consigo la supresión de la Magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del Ejército… Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones». Hoy, vemos que al PSOE no le interesa la legalidad, no le interesa el Estado de derecho, no le interesa la igualdad entre los españoles…optando por abanderar ahora un golpe al Estado iniciado por los separatistas catalanes en 2017. El PSOE no sólo es coadyuvante necesario en el golpe, ahora abanderando la oposición eufemísticamente autodenominada «progresista» es participe del mismo. En el siglo pasado el PSOE ya ensayó el golpe de Estado en 1934 en compañía de la UGT.
El PSOE es el gran problema de España. A ello me lleva la lógica de las proposiciones. El procedimiento seguido por 'Snchz' para ser presidente deberá ser olvidado, como los delitos que se pretenden amnistiar. Su personalidad, sus compañeros de viajes, sus formas y maneras de proceder…en fin, Maquiavelo lo encumbraría a la condición de mismísimo Príncipe, en cuerpo, pero sin alma. El filósofo político decía que los hombres de Estado que han cosechado mayores éxitos son aquellos que han sido capaces de tener pocos miramientos hacia sus promesas. Váyase 'Snchz', pero váyanse también, Page, Guerra, Gonzales, Lamban y otros que hablan mucho y no hacen nada. «Hacer» en este caso sería romper el carnet de un partido sin escrúpulos, deshonesto y sin visión del Estado en un país democrático, que significa simple y llanamente someterse a la Constitución y a la Ley.