Opinión

Quinquenio negro nacional-socialista

El PSOE es un partido golpista. Ya lo fue en 1934 y todo indica que hace méritos para repetirlo en la actualidad

Fernando Sicre

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El Trienio Liberal o Trienio Constitucional es el periodo de la historia contemporánea de España que transcurre entre 1820 y 1823, y que constituye la etapa intermedia de las tres en que se divide convencionalmente el reinado de Fernando VII, siendo posterior al Sexenio Absolutista (1814-1820) y anterior a la Década Ominosa (1823-1833). El Trienio se inicia el 1 de enero de 1820 con el pronunciamiento de Riego que obliga al rey absoluto Fernando VII a restablecer el 9 de marzo la Constitución de Cádiz de 1812. Década Ominosa (abominable) o segunda restauración del absolutismo. Benito Pérez Galdós tituló uno de sus Episodios Nacionales «El terror de 1824», Marcelino Menéndez Pelayo calificó esta última etapa del reinado de Fernando VII de «absolutismo feroz, degradante y sombrío». El Trienio fue «un acontecimiento de primera magnitud de la historia de la política internacional de una Europa que, apenas cinco años atrás, había salido de veinte años de guerras contra el intento hegemónico de Francia». Quinquenio negro, materialización de la implantación del socialismo del siglo XXI (comunismo bolivariano) en España auspiciado en el septenio de ZP (2004-2011). En este se inicia el problema de la relativización de la ley, el socialismo antidemocrático importado desde Venezuela («Chao mi príncipe»), fue la tierna despedida de la canciller venezolana Delcy Rodríguez, integrante del narco gobierno venezolano o Cartel de los Soles (organización criminal encabezada por miembros del Gobierno de Venezuela y de las Fuerzas Armadas de ese país, cuyo objetivo es el tráfico de narcóticos) y el cuestionamiento del concepto de nación, calificado en su día por el inefable ZP, como «discutible y discutido». Afirmando posteriormente que no las volvería a repetir, al tiempo que defendió entonces (cobarde desdicho) que no le cabe ninguna duda de que España es una nación. Con este (bambi, como lo apodaría el hermanísimo del hermano) se inician los gravísimos problemas de toda índole en España. Un golpe de Estado en 2017 instado desde la Generalidad. No era el primero, en 1934 lo intentaron también. En este, el general Batet, el abuelo de Maritxel, reprimió el independentismo y fue uno más de los generales fieles a la República y en consecuencia garantes del orden constitucional. Ese precisamente que pone en duda su nieta, desde sus posiciones independentistas nacional-socialista («derecho a decidir», eufemismo del derecho a votar sobre la autodeterminación) en el seno del PSC. Ahora, próximo a finalizar el «Quinquenio» y previsiblemente a extenderse a Novenio, si es investido «Snchz», el promotor del golpe de Estado actual (2023), impulsor y último decisor de la previsible amnistía y la ruptura en consecuencia de orden constitucional.

El PSOE es un partido golpista. Ya lo fue en 1934 y todo indica que hace méritos para repetirlo en la actualidad. Decía al efecto Gabriele Renzato que quienes la agredieron (orden constitucional republicano), poniéndola en grave peligro (a la República), fueron en gran medida las mismas fuerzas políticas que habían contribuido a echar sus bases fundando la II República y dotándola de una Constitución. Ahora se explica, explicándose también en aquel entonces las ignominiosas palabras de Pablo Iglesias Poses (fundador del PSOE y la UGT): «el PSOE viene a buscar aquí (al Parlamento), lo que de utilidad pueda hallar, pero la totalidad de su ideal no está aquí. La totalidad ha de ser obtenida de otro modo. Mi partido está en la legalidad mientras ésta le permita adquirir lo que necesita; fuera cuando ella no le permita alcanzar sus aspiraciones. […] y (refiriéndose a Antonio Maura) hemos llegado al extremo de considerar que antes que S. S. suba al poder, debemos ir hasta el atentado personal.» En fecha 12 de abril de 1904 y 22 de julio de 1910, sufriría sendos atentados en Barcelona. Una semana después del segundo atentado, el periódico del PSOE, «El Socialista» hacía alusión humorística con el atentado: «El mismo Universo atribuye a la intervención de la Santísima Virgen el haber escapado con vida el señor Maura del infame atentado. ¡Pues fíate de la Virgen y no corras! En páginas interiores se negaba lo evidente de la conducta del fundador del PSOE: «las palabras de Pablo Iglesias no fueron una incitación al crimen». Cobardes antes, ahora y seguro que en el futuro.

La Ley que autorice la amnistía pondrá en entredicho el ordenamiento constitucional español. Su fundamento sólo podrá basarse en consideraciones de ilegitimidad e ilegalidad de la Ley, expresión de la legitimidad democrática del pueblo español, único sujeto soberano y por ende constituyente del que emanan los poderes del Estado. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. Curiosamente uno de los principios y valores en los que se fundamenta es el pluralismo, base del Estado liberal constitucional que se erigió en 1978, fruto de la Constitución. El PSOE (SUMAR es un bluf subido a un cohete que orbita y parasita en Ferraz y nada más) pretende la desaparición del Estado liberal, como paradigma y fundamento del Estado edificado sobre los principios de la soberanía nacional, residenciada en el pueblo, la división tripartita del poder público, el cumplimiento del principio de legalidad e igualdad formal (igualdad de los ciudadanos ante la ley) y la protección de los derechos fundamentales básicos. El PSOE pretende para la investidura de «Cum fraude», mantener cohesionados Cataluña y País Vasco, artífices parciales de los nacionalismos periféricos, desmembrando el Estado constitucional. La otra exigencia es la autodeterminación. Lo que es antitético con el núcleo constitucional de «residencia del poder» en el pueblo español en su integridad, cuya comunión se erige en la nación, única e indivisible que reconoce nacionalidades y regiones. Estas últimas, ambas, no detentan soberanía (poder) alguna, porque la misma es detentada en su integridad por la nación española que es única. El artículo 8 CE se refiere a la garantía de la soberanía residenciada en el pueblo español y en nadie más, amén defender la integridad territorial y el ordenamiento constitucional por parte del ejército, a cuyo frete se encuentra S.M Felipe VI. Así es que «Snchz», si quieres, inicia el procedimiento de modificación de la CE, pero no lo hagas ilegal e ilegítimamente. Entre tanto el PSOE de Getafe juega al despiste: «apaga la tele y enciende el clítoris». Ya sabes «Snchz» lo que te dice tu alcaldesa. ¡Atrévete a contradecirla si tienes lo que debieras tener!

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