Putas y fachas
La izquierda que ha satanizado a los del Ahuja y Mónica, tildándolos a los chicos de «potenciales violadores», ha hecho oídos sordos con los tratos vejatorios, prostitución de menores, abusos sexuales…en Baleares y Valencia
Sólo el lenguaje permite a la conciencia, al pensamiento, reflejar la realidad objetiva. Para Wittgenstein, el lenguaje y el mundo deben entenderse, siendo además el lenguaje una parte del mundo. Las proposiciones que se realizan cuando hablamos representan la realidad en la que vivimos, o ... al menos lo pretenden. Debemos preguntarnos ¿para qué sirve el lenguaje? El significado de las palabras y el sentido de las proposiciones guarda una relación directa con su función, su uso en el lenguaje.
Los alumnos del Ahuja y las alumnas del Mónica, han seguido una vez más una tradición desde época inmemorial, contextualizada en las novatadas. La frase hiriente cantada por el «tenor ahujista», coreada a continuación por todo el coro asomado a las ventanas, fue debidamente contestada por la soprano del colegio de enfrente y jaleada por el resto, también asomadas a las ventanas. Una especia de Romeo y Julieta en la Ciudad universitaria. En ese contexto, nadie ofendió y nadie se sintió ofendida, según han expresado hasta la extenuación las propias y potenciales vilipendiadas, quienes argumentan que ha sido un juego producto de la tradición y nada más. Existe una auténtica hermandad entre ambos colegios. Si Shakespeare levantara la cabeza. Comedia y tragedia como forma de aumentar la tensión, por la relevancia argumental que confiere a los personajes secundarios y por el uso de subtramas para adornar la historia. El tenor y la soprano como personajes estelares y los coros dan forma humana a la representación. No les quepa duda de que la frase es execrable, a secas, descontextualizada. Pero fíjense. La frase es execrable, tanto como lo es la infecta progresía patria. Escuchando y visionando los videos y todo lo que se ha dicho desde el jueves, constato la demonización a la que han sido sometidas las chicas del Mónica, simplemente por no sentirse agraviadas.
El 'coletas' de Podemos sobre Mariló Montero: «la azotaría hasta que sangre». El portavoz de Podemos en el Congreso, cantó una jota con el siguiente estribillo: «chúpame la minga, Dominga». De igual modo, me ha refrescado la memoria lo acontecido en la Ciudad universitaria con una serie de cuestiones que de verdad afectan a las mujeres. Miren, en Irán han muerto tres chicas, la primera a palos, por la policía y como delito, llevar el velo mal puesto sobre la cabeza. Las otras dos en las protestas consiguientes. Cuando se le preguntó a Pedro sobre el hecho en rueda de prensa, Antonio contestó que no conocía en detalle lo acontecido, declinando hacer declaraciones. No escuché a las feministas de tercera y cuarta generación expresar su reproche. Ahora, pasado los días y supongo que avergonzadas, hacen uso del postureo hipócrita occidental cortándose o arrancándose dos o tres pelos.
La izquierda que ha satanizado a los del Ahuja y Mónica, tildándolos a los chicos de «potenciales violadores», ha hecho oídos sordos con los tratos vejatorios, prostitución de menores, abusos sexuales…en Baleares y Valencia, donde se encuentran los centros de menores tutelados por los Gobiernos autonómicos correspondientes (PSOE, Podemos y Compromís). Esto sí que es execrable con independencia del contexto, o sea, ante cualquier contexto.
El ex amancebado con la ministra, dirigía el programa en su TV, donde decía «para miradas lujuriosas las que tú despiertas, Rita (Maestre), allá donde vas». Sólo una más, la ex Ministra de Justicia y Fiscal General del Estado le dijo a Villarejo que, vio a «tíos del Supremo y la Fiscalía con menores».
No podía finalizar el vodevil universitario, sin ser tildados ellos y ellas de fachas. La superioridad moral de la izquierda es la consecuencia de la separación entre los dos espectros o puntos cardinales de la política: la izquierda y la derecha, el bien y el mal. Dicen que sus valores y sus principios tienen mayor sensibilidad hacia la injusticia y el sufrimiento humanos, de ahí sus revoluciones tendentes a producir cambios en las sociedades que promuevan esos valores. Quizás… y sin quizás, con seguridad, la superioridad moral produce intolerancia.