Punto G aterriza en G veinte

Desde que hay registros escritos han sido narradas riadas como la acontecidas días atrás desde el siglo XVII. La memoria histórica, la de verdad, la que alude a los hechos históricos tal y como ocurrieron, manifiesta que cada siglo, la acción de la naturaleza arrasa en forma de gota fría todo lo que encuentra a su paso en esa zona del levante español. Y lo hace con una carencia de cuatro o cinco veces por siglo. La progresía imputa la gota fría al «cambio climático». Ha dicho «Snchz» desde Bakú, en Azerbaiyán, donde participaba en la Cumbre sobre la acción climática, en la que ha movilizado para su asistencia un helicóptero y dos aviones, quemando querosenos a espuertas, que «el cambio climático mata». Adujo que «en 2023 mató a más de 300.000 personas y acaba de contribuir a la muerte de más de 220 de mis compatriotas en España. En el mayor desastre natural de nuestra historia». Lo que no es cierto según fuentes de Save the Children. Esta informó que las muertes provocadas por desastres naturales en 2023 fueron alrededor de 12.000 fallecidos en casos de inundaciones, tormentas, deslizamientos de tierra y otros análogos. «Dijo «Snchz»: «más ciencia y menos negacionismo». Y como quiera que encastra al PP en el «negacionismo», podemos concluir que su propia superstición está basada en la ignorancia. No sé si sabe que hace millones de años, los dinosaurios desaparecieron de la Tierra en medios de una glaciación. Y que yo sepa, el único efecto invernadero del llamado período Triásico, sólo podía ser atribuido a los «grandes mojonazos» expulsados en forma de heces. Pues bien, dicen algunos «científicos» de los que les gusta a «Snchz» que ellos pudieron ser artífices de un cambio en la composición de la atmósfera similar al que ha podido ocurrir en la época industrial. En su raíz se encuentra la producción de metano. No creo que los científicos de verdad pretendan una Tierra perfecta para no ser habitada. Los que sí sobran en la Tierra son muchos de los políticos que la habitan que no sólo la joden, sino que nos joden a todos.

En la gestión de la crisis por la riada ha quedado probado de manera palmaria la incompetencia política. Mazón ha pecado de ingenuo, dentro de la ignorancia más absoluta. «Snchz», acreditado ignorante y cobarde, ha preferido obtener ventajas políticas que solucionar el problema poniendo a disposición de la solución del problema, todos los recursos posibles, porque la excepcionalidad de la situación así lo requería. Vayamos por parte. «Snchz», por fin aclamado en las calles... de la India. Era el día 28 de octubre y ya se sabía que llovería torrencialmente. Sólo un día después de que se hiciera pública una fotografía de «Snchz» con el comisionista del «caso PSOE-Ábalos», Víctor de Aldama. Al día siguiente se hacían realidad las predicciones, sólo que amplificadas ocurrió la tragedia. «Snchz y «la presidenta» se encontraban haciendo el indio y la india en la India. Ésta, la catedrática se desquitó en la la Parul University, en Vadodara. No sé si mantuvo reuniones académico-científicas entre iguales, y el claustro de doctores insignes quedaron postrado ante ella. Lo desconozco, pero, lo que sí es posible aseverar es que no modificaron el viaje ante los acontecimientos vividos en Valencia el día 29. Regresaron conforme a lo previsto el día 30. Ese día, parece ser que era imprescindible seguir la agenda de autobombo, decidiendo continuar en Mumbai, donde ha inaugurado en primer lugar el «Foro de CEOs» España-India y a continuación el Foro Empresarial entre India y España…Y en Valencia ahogándose la gente.

Entre tanto, Mazón agotaba el último bocado de un tiramisú inagotable. Comió con una periodista para ofrecerle la dirección de la televisión pública. En lugar de pensar en el cierre de la misma, por tendenciosa y sectaria, como todos los medios públicos de información, estaba haciendo lo que se criticó al PSOE de controlar la TVE al día siguiente. El presidente valenciano desatendió la gestión de la crisis en los primeros momentos. Cuando terminó el tiramisú el problemón era mayúsculo. Para evitar decir que comía plácidamente un puto tiramisú, decide hacerse cargo de la gestión de la crisis. Cualquier persona en su sano juicio, aun con menos estudios, que ya son pocos los acreditados, hubiese exigido la declaración de la situación de emergencia nacional que, suponía la declaración formal del estado de alarma. El artículo 4 de la Ley Orgánica 4/1981 que dispone que, el Gobierno, en uso de las facultades que le otorga el artículo ciento dieciséis, dos, de la Constitución podrá declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzca alguna de las siguientes alteraciones graves de la normalidad. Lo que acontece en los casos de catástrofes, calamidades o desgracias públicas, tales como terremotos, inundaciones, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud; crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves y situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad. Exigencias de su declaración de tres supuestos de los cuatros dispuesto en la referenciada norma. Pero no, Mazón tenía que «hacerse el longuis» con lo de la comida. Cómo sí ello fuera una situación delictiva. Mazón que es cortito de estatura en todas sus dimensiones, debió decir que no quiso engolliparse con el tiramisú y a continuación pudo advertir lo acontecido en San Petersburgo. Era verano y septiembre hacía real lo del veranillo del membrillo en 2019. Un terceto entonces desconocido viajó a la antigua Petrogrado. Hidalgo, Gómez y Aldama se reunían de madrugada en la habitación de un hotel. Tratándose de una alcoba más que un terceto, parecía un trío. Sólo que había dos más, los dos escoltas de Gómez. Estábamos ante un quinteto en toda regla. Sólo que los guardaespaldas fueron debidamente despedidos en la puerta. Y ante esto, Mazón, el cortito presidente de todos los valencianos y representante mío como representante del Estado en el territorio de la Comunidad Autónoma, decide obviarlo, como sí no iba a trascender. No sé si mientras Mazón saboreaba el tiramisú estaba acompañado por escoltas para hacer patente su poder, porque imagino la situación de los dos escoltas expulsados en la misma puerta de la habitación rusa. Una situación digna de ser calificada como «a puerta de chiquero». Me imagino el lance. Hidalgo «hincado» de rodillas, capote en mano, dando una larga cambiada. Gómez entrando por la puerta y Aldama aplaudiendo como cuando el maestro sale por la Puerta Grande, con los trofeos en la mano, dos orejas y un buen rabo. Ocurrió en un hotel de San Petersburgo, en el marco de la celebración de la XXIII Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo. Mazón quiso dar la vuelta al ruedo y lo mejor que hace es enconderse en los chiqueros y hacerse cabestro para siempre.