OPINIÓN
El PSOE no hace, obedece
Esta situación tendente al mantenimiento del poder al precio que sea supone el desguace del Estado que, desde que gobierna el ínclito de la Moncloa, se encuentra en proceso de disolución y liquidación
Ha dicho una de ERC a colación con las relaciones con el PSOE que, éste no hace (no cumple con los compromisos adquiridos «motu proprio», sino que lo hace in extremis obedeciendo, «hocicando», apoyando los brazos sobre la balaustrada de la Alameda de Apodaca en ... Cádiz mirando a la Base de Rota. Lo escuché el otro día cuando eran las 6 de la mañana y oía la radio. A continuación, pensé y reflexioné sobre la frase. Lo primero que me vino a la cabeza es la falta de vergüenza, de estima y de dignidad de los socialistas que siguen negociando. En realidad, lo de negociar es un decir, se reúnen con la contraparte para seguir detentando el poder. El precio para pagar no tiene importancia para ellos, porque lo pagamos todos los españoles. Esta situación tendente al mantenimiento del poder al precio que sea supone el desguace del Estado que, desde que gobierna el ínclito de la Moncloa, se encuentra en proceso de disolución y liquidación.
La compañera de Rufián, el rufián de Graná, ha caricaturizado al socialismo, lo ha definido y lo que es peor, lo ha ridiculizado sin inmutarse. La dicente que espeta al PSOE a obedecerle, sabedora bien de las consecuencias en caso de no hacerlo, exige de un oidor obediente. Nadie mejor que los lamelibranquios de la Moncloa que exhiben sin rubor su región cefálica rudimentaria. Alguien que actúa como ellos no puede que sean consciente del precio que llevan pagando (imputado a toda la nación española) desde 2018 y todo por detentar el poder y seguir haciéndolo sin importarle las consecuencias y el destrozo palpable a todas luces. El autócrata de la Moncloa ha pasado ahora a convertirse en oidor. Y lo hace en una doble acepción del término. Como receptor de un mensaje indigno, obedeciendo y agachando la cabeza ante semejante caterva independentista y como pretendiente a Oidor de los de antes. En las Cortes de Alcalá de 1348 se otorgaba la competencia de juzgar y ejecutar lo juzgado al rey. Pero, éste delegaba en los oidores sus poderes que habían sido otorgados por las Cortes. Su nombre proviene de su obligación de escuchar (oír) a las partes en un proceso judicial, particularmente durante la fase de alegatos. «Snchz» escucha con atención, veneración y obediencia a los separatistas, porque si no lo hace sabe que se queda sin poder oír para obedecer y seguir detentando desvergonzadamente el poder. En realidad «Snchz» no quiere controlar el CGPJ, quisiera ser el rey, y por supuesto dejar en suspenso la delegación de facultades judiciales a los oidores. A colación con la justicia, Milei ha aludido en su discurso en Madrid a Bastiat, escritor y periodista económico del siglo XIX. Si no fuera porque está muerto sería candidato a ser llevado al «paredón informativo», porque simplemente era un liberal y no comulgaba con el abyecto socialismo como él lo calificaba. Tenía la costumbre de hablar des «porosas manos» de los políticos. Y de esta forma tan sutil se refirió el presidente de la Argentina a «Snchz, familia & Cía». Todo un alarde de diplomacia porteña la esgrimida por Milei, posiblemente embelesado con la presencia a su lado de Isabel, que no «Isabelita». Tenerla tan cerca, rozándose ambos los poros dérmicos, han logrado el milagro y el león que lleva dentro paró de rugir.
No sólo se escuchan las impertinencias separatistas. Los socialistas son expertos en decir gansadas. Como dicentes demagógicos son únicos. Por una parte, «Snchz» ha despotricado contra Milei por haber dicho que «la justicia social, siempre es injusta, porque implica un robo y un trato desigual frente a la ley«. Lo mismo que dijo Milei ha dicho en el fondo Illa, pero este debe tener patente de corso, como todo demagogo socialista. Illa defendió la semana pasada a colación con la financiación singular de Cataluña lo indefendible. Ha predicado la insolidaridad y la desigualdad para defender la «singularidad fiscal de Cataluña». Y no he escuchado al oidoir «Snchz» despotricar contra el dicente del PSC. Este ha seguido la misma tesis de los separatistas, quienes se oponen a la financiación autonómica ordinaria, ya que aducen que son los terceros en aportar ingresos al Estado y los décimos en recibir fondos del mismo. Illa, como los separatistas se opone a la solidaridad base y fundamento del sistema de financiación autonómico ordinario existente, inclinado por el lado de la igualdad, enarbolando al viento la insolidaridad y la desigualdad.
Según Milei, los políticos «prefieren la garra del Estado antes que la mano invisible». Además, considera que el concepto de Justicia Social es «aberrante» y lo definió según sus palabras: «es robarle a alguien para darle a otro un trato desigual frente a la ley, que además tiene consecuencias sobre el deterioro de los valores morales, al punto tal que convierte a la sociedad en una sociedad de saqueadores». Y para justificar lo expuesto sólo tuvo que explicar lo acontecido en Argentina durante el último siglo, que «hundió al país y a los argentinos en la miseria. Hayek defendió sin fisuras el sistema de mercado a la hora de analizarlo en toda su extensión, considerando a los trabajadores y a los propietarios de las empresas y la conformación libre de los precios a su través, como elementos determinantes de su análisis Y lo justificaba diciendo que cuando un individuo maximiza su utilidad a través del sistema de mercado y en consecuencia de libertad de precios, está llevando a cabo una conducta, posiblemente inconscientemente, que mejora el bienestar de los demás individuos que interactúan en el mercado, que somos todos. De ahí que se diga que, las remuneraciones establecidas y determinadas en el mercado son justas. Los precios se invisten en el elemento esencial que canaliza y orienta los recursos, maximizando las utilidades de todos los intervinientes en el mercado, que insisto somos todos y que todos extraemos del mismo nuestra cuota parte por la participación e interacción en el mismo. Cualquier tipo de coerción y limitación por el gobierno, trastocan el sistema de señales en que consiste el mercado a través de sus infinitas interacciones. Estas limitaciones tienen una finalidad inmediata, el beneficiar a ciertos grupos y perjudicar a otros. Y es aquí donde interviene el socialismo arrebatando las rentas a unos, para ser entregadas a otros, y entre tanto llevárselo crudo que es lo que ocurrió en el caso ERE de Andalucía. Cuando esto se produce los recursos dejan de asignarse eficientemente, causando irremediablemente un perjuicio para todos.
En la lucha liberal por la libertad, la finalidad consiste en conseguir la igualdad de todos los seres humanos frente a la ley. Redistribuir las remuneraciones determinadas en el mercado, supone una redistribución violenta que contradice lo que el mercado ha distribuido, como consecuencia de las infinitas interacciones en libertad de todos los sujetos intervinientes en este. El Estado opresor por su conducta limitativa creará una clase social, caracterizada por ser opuesta a la sociedad libre. De ahí que Milei aduce al respecto que «no sólo la justicia social es injusta, sino que además conduce a un modelo totalitario». Desde luego en buena parte tienen razón.
El oidor «Snchz» y su pretensión de control de los jueces es palpable. El PSOE mantiene que la soberanía reside en el Congreso. Lo que es falso. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. En las Cortes, Congreso y Senado, es representada la soberanía nacional. Como quiera que ahora interesa al socialismo la potenciación del Congreso, el Gobierno cuela en la Ley de Paridad (una parida más) una enmienda que impedirá al Senado vetar el techo de gasto. Y lo hace a sabiendas que es una práctica inconstitucional. La pretensión de control de los jueces y la prensa, pasado el día de la marmota la hará y lo ha arriesgado porque «sabe» que será constitucional (con Pumpido todo lo que «Snchz» promueve, normalmente por RD-Ley pasa el filtro del TC). Lo que posiblemente así será, porque para eso están los «candiditos», con pretensiones de actuar como la candida albicans que, todo indica se ha debido reproducir en exceso por aquellos lares, en los alrededores de la calle de Domenico Scarlatti (sobre la que han alertado, hay una plaga de piojos y liendres), curiosamente sede del TC. No serán legales (para una gran mayoría de juristas, incluido el TS), aunque seguramente constitucionales porque así lo quieren los integrantes del binomio inquebrantable «Snchz» y padre de Candidín Pumpidin.