Opinión
Pobreza sistémica y acojone sistemático
El FMI ha revisado para España las previsiones de crecimiento para 2022, para dejar la estimación de crecimiento en el 4,3%
«Lo peor está por venir y para muchas personas, 2023 se sentirá como una recesión». Es lo que prevé el FMI de forma generalizada. Este organismo ha revisado para España las previsiones de crecimiento para 2022, para dejar la estimación de crecimiento en el ... 4,3%. Nuestro país viene de una situación de crecimiento más bajos que el grueso de países europeos tras la pandemia, de tal forma que la ralentización económica generalizada de la economía va a lastrar la recuperación española, para alcanzar los niveles previos a la pandemia. Otros países ya alcanzaron dichos niveles previos.
España tiene un gravísimo problema de inflación subyacente, que se está haciendo persistente y con estimaciones para 2023 del 5%. Un gravísimo problema de deuda pública, que sobrepasa el 110% de deuda sobre PIB. Un déficit público que se ha hecho persistente y que se situará este año en el 5,8%. Siendo los de los dos próximos años del 5.5 y 4.5 para 2023 y 2024 respectivamente. El déficit público se ha hecho estructural desde 2007. Aun habiendo crecimiento económico se ha incurrido en déficit, lo que supone aumentos de deuda que nos lleva a la ruina presente y futura. El desempleo duplica la tasa media de los países del entorno, con estimación para 2023 del 12,5% (hay que considerar la heterodoxia del cuenteo de la cifra, favorable a su maquillaje). Los niveles de productividad del factor trabajo y los de competitividad caen incesantemente. Dicho índice se sitúa en 93 puntos sobre los 104,7 puntos del promedio de la eurozona. Además, todos los países en su día agrupados bajo el acrónimo anglosajón «PIGS» (cerdos) (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España, por sus iniciales en inglés) están por delante nuestra. Esta circunstancia merma la capacidad de recuperación de la economía. Además, seguimos siendo un país en el que el sector exterior es determinante en la conformación de del PIB. Por lo que, si las previsiones generales sobre la economía mundial no son buenas, mermará aun más la capacidad de recuperación.
Nuestra factura de compra de productos energéticos, se ha disparado más que proporcionalmente. Hemos destrozado inexplicablemente (bueno, explicable solo con la dichosa información contenida en el teléfono de la consorte de «nuestros presidentes Pedro y Antonio»), las relaciones exteriores con los dos vecinos estratégicos, enfrentados desde época inmemorial y que exigía un equilibrio diplomático permanente. No es un caso de poligamia, tranquilos, es que Pedro negocia con Marruecos la concesión del Sahara y al unísono Antonio destroza las relaciones diplomáticas con Argelia, nuestro más importante proveedor de gas a precios políticos por dicha circunstancia. Ahora hemos incrementado la capacidad de financiación a Putin (menudo hijo de putín, por ser hijo de su padre Putin por supuesto). Incremento superior al 100% de la factura previa a la crisis diplomática. Zelenski debe acordarse (para mal presumo) de la «dualidad Antonio-Pedro» cuando un misil ruso sobrevuela su cabeza. De la dualidad en el conocimiento (verdad-falsedad; bien- mal, bueno-malo…) hemos pasado con semejante espécimen al monismo puro (el mal, la mentira, el narcisismo…como psicopatologías humanas, conformadoras de la filosofía del conocimiento circunscritas al presidente del gobierno. Cum fraude es la mentira. Falconeti es el narcisismo. El mal y su concepción monista, lo asocio sólo a Pedro, que es lo que supongo dice su DNI.
El cuadro macroeconómico base de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) es todo mentira. Encarnan el mal y son narcisistas por excelencia, porque dan a entender que la economía española es la mejor, la más más guapa, la mas alta, la que es cuantificada con cifras esbeltas, tipo 90-60-90. (No es el número secreto de «Snchz») Pero todo es una patraña indescriptible. Mientras que el Gobierno estima por último un crecimiento del 2,1% para 2023, el Banco de España lo sitúa en el 1,4%, la AIREFT en el 1,5%, el FMI en el 1,2% y el Servicio de Estudios del BBV en el 1%. En fin, la dualidad del ser imperaba en Roma como lo hizo en Gracia. En el 55 a.C ya se decía que «el Presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida». Solo un patán, un desaprensivo…hace lo contrario. Ese y no otro es el reflejo fiel de los PGE.
La subida de las pensiones, la de los funcionarios, el previsible incremento del SMI… deben ser calificados como se han adjetivado a los PGE. Se vuelve a ahondar la brecha con el sector privado de la economía que, es la que genera riqueza real para el país. España un país «decente», indecentemente informado. Sobre la base de una «pequeña y coyuntural desaceleración» se han confeccionado los PGE. De auténtico sofisma es como hay que calificar los PGE, o sea, argumento falso o capcioso que se pretende hacer pasar por verdadero. Sólo una verdad indubitada: pobreza sistémica y acojone sistemático para los españolas.