Nicómaco no era socialista, Sócrates tampoco
La prevaricación y la malversación impiden diseñar políticas que sirvan con objetividad los intereses generales
«Recuerda pagarle al dios Asclepio el gallo que le debemos». Sus últimas palabras pretendían saldar las deudas y morir en paz, sin deber nada a nadie. Tras un juicio muy polémico, en el que Sócrates se negó a exiliarse y a dejar Atenas, fue ... condenado a muerte mediante la ingesta de cicuta. Su discípulo Platón, aludió a las Ideas éticas, como patrones morales universales, con los que podemos juzgar los comportamientos humanos. Los valores universales (las Ideas) son válidos para el individuo y para la colectividad. Decía que existe algo que es «la verdad sobre cómo tenemos que vivir», y el intelecto humano la conoce cuando consigue el conocimiento de las Ideas inmutables. Sólo quien logre este conocimiento tendrá la cualificación adecuada para dirigir la organización política y moral de la sociedad. Quien prevarica y malversa caudales públicos, ni tenía conocimiento suficiente de las «Ideas», y sin estas los hombres no son merecedores de gobernar a los demás. Es la traslación contemporánea de las «Ideas» de Platón al día de hoy. Aristóteles sucede Platón y en su «Ética nicomáquea» sostuvo lo que hoy se llama una ética de las virtudes que, trata no solo de una contemplación del buen vivir, porque también apunta a crear un buen vivir.
Por lo tanto, está conectado con el otro tratado práctico de Aristóteles de «la Política», que trata de cómo debe obrar un legislador mirando hacia el bien de toda una comunidad. La prevaricación y la malversación impiden diseñar políticas que sirvan con objetividad los intereses generales y el actuar de la Administración de acuerdo con los principios de eficacia, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho. El estagirita se adelantaba 2400 años al contenido del artículo 103 CE.
Parece que a los socialistas esta tríada de pensadores ni les va, ni les viene. Ni la moral, ni la ética, ni la Ley, ni su «Código ético», porque cuando se trata de ellos, o, mejor dicho, de algunos de ellos, donde dije digo ahora digo Diego. Desde hace un mes escucho poco a los voceros socialistas referirse a la corrupción de la derecha. Y nada ha cambiado, pero por lo visto no es lo más prudente hacer alusión a la corrupción del PP con estos derroteros. La corrupción del PP es deleznable como todas ellas. Sólo que cuantificadamente la socialista ha batido todos los records europeos de corrupción a gran escala.
Doce jueces, de instrucción, de la audiencia de Sevilla y del Tribunal Supremo mantienen que el Gobierno andaluz en su conjunto, montó un sistema opaco para repartir de forma arbitraria, clientelar y fraudulenta 679 millones de fondos públicos durante diez años con el objetivo de mantener el poder. El condenado fue Consejero de Hacienda desde 2004 y Presidente de la Junta de Andalucía desde 2009. La partida presupuestaria puesta en entredicho (31L), fue instaurada en el año 2000, buscaba solucionar de manera «ágil», con la aquiescencia sindical, aquellas crisis industriales que gobierno y sindicatos consideraban a su libre albedrío, financiando prejubilaciones. Lo que se ha venido diciendo que era una burda compra de la paz social, estratégicamente diseñada entre los intervinientes en la trama. Además de esa financiación, un 15% de la partida 31 L se dedicó a ayudas directas a empresas afines al PSOE.
La Audiencia de Sevilla primero y el TS después han dictado sentencias. ¿Y sí algunos han entrado en prisión, por qué el PSOE diferencia entre condenados, reivindicando el indulto y otorgando en consecuencia un trato diferenciado según de quien se trate? El PSOE ha hecho de la desigualdad su naturaleza de ser. Y lo ha ejecutado a través de su división empresarial «La PSOE SA».
Todo indica que los mandamases socialistas desconocen su propio «Código ético» fechado en 2014. De manera sintética indicaré las infracciones al mismo que se producen en el caso y que debieran impedir el indulto: a) El ejercicio de un cargo público u orgánico es un servicio que responde a los intereses generales. (1); b) Los cargos públicos y orgánicos del PSOE se comprometen a ejercer su cargo de acuerdo a los principios de gobierno abierto: transparencia, participación y colaboración (3.2); c) Los cargos públicos del PSOE se comprometen a no proponer ni apoyar el indulto de cargos públicos condenados por delitos ligados a corrupción (8.1).
Todo lo dicho me induce a pensar que la Comisión Federal de Ética y Garantías del PSOE, que aprobó el Código Ético, para regular el comportamiento de sus militantes y el desempeño de las funciones públicas de sus cargos institucionales y orgánicos, es una pantomima. Los hechos constatan que, siendo la virtud necesaria en el ejercicio de la política, esta no basta para gobernar. Además, hay que ser apto. Miro las fotos del Consejo de Ministros y puedo aseverar que allí no hay virtud ni aptitud. Lo que me lleva a pensar que sí el comportamiento moral según la razón es la prudencia, un hombre que no sea bueno no puede ser prudente. En definitiva, no hay vida moral sin prudencia. La rectitud de la vida ética está unida a la prudencia. La prudencia tiene por objeto lo que es justo, noble y bueno para el hombre. El Gobierno tienen en sus manos el indulto. La ética y la moral griega no lo contemplaría por atentar las normas elementales del buen gobierno.