Con dos melones

Dejemos la horticultura. Pero no puedo. «Un poco de por favor de política». Estoy tan impactado con los melones de Meloni que, todo me lleva al fruto de moda. Un melón es una fruta perteneciente a la familia Cucurbitaceae. Dos melones son los que tiene la política italiana. Tres o más forman un melonar. Que se lo digan a Sanna Marín, y sus fiestas de exaltación de la comida sana en la residencia de la Primera Ministra. Prototipo de melonar nórdico. Y eso que su cultivo exige temperaturas suaves entre los 18 ° y los 25 °. Debe ser que Finlandia se ha convertido en un gigantesco invernadero, ya que el melón se puede cultivar además en invernadero calentado. En lugar de melones, la clac de la Presidenta finesa posan con un letreo: 'Finland'. Quizás, se refieren a los melones de invernaderos producidos en Finlandia. En fin, he terminado empachado. Los excesos son malos y lo mismo da, que sean cultivados naturalmente o en invernaderos. Sólo que el cultivo de estos son lo más parecido a una intervención quirúrgica: «la germinación se recomienda realizarla en semillero, posteriormente a los 30 días se realiza el trasplante preferentemente con cepellón completo». Después de esta descripción, no se cuando me encuentro ante un melón o ante algún sucedáneo de este. El uso y abuso de la metáfora termina por no saber lo que queremos decir.

Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia) (FdI) es un partido político italiano de ideología conservadora nacionalista. Algunos lo asocian con la extrema derecha, otros lo asocian como de derecha política sin más. La pregunta es ¿son herederos del movimiento ultraderechista italiano de Mussolini? No lo sé. Lo que sí sé son los orígenes del fascismo italiano, cuando en 1919 es fundado como movimiento antisistema. Su núcleo dirigente lo formaron ex combatientes de la Primera Guerra, antiguos sindicalistas revolucionarios…Mussolini, había comenzado su andadura política en el Partido Socialista Italiano. Públicamente defendía con ahínco la República, supresión de bancos, supra valoración de lo público en detrimento de la actividad privada, el individuo alienado al Estado, hasta hacerle desaparecer su conciencia, impuestos extraordinarios sobre el capital…Luego vino el culto al Duce, una propaganda exagerada y absurda a la que se prestaba el personaje, terminan convirtiéndose en esencial del sistema. Veo que muchos de esos postulados son los que se defienden hoy por el gobierno que nos desgobierna nacional-socialista–comunista. Lo que es además corroborado habiendo visto el thriller de la 'docuserie' sobre Antonio y Pedro, a la que pretenden llamar las «cuatro estaciones». El calificativo «nacional del Gobierno», viene por ERC. Las camisas marrones de Alemania no habrían existido sin los camisas negras del Fascio. En la prensa de entonces, el escritor y político socialista Luis Araquistáin (algo más que la sombra de Largo caballero) criticaba al fascismo con indulgencia en 1922, trazando un paralelismo entre lo que había ocurrido en Italia y lo que estaba sucediendo en Cataluña. Los 'escamots', camisa militar verde, pantalones oscuros y correajes de cuero, sembraron el terror en Cataluña, como antes lo hicieron los camisas pardas y negras, defendiendo un racismo científico de superioridad catalana, sobre unos españoles a los que pretendía denostar tildándolos de «africanos». Fueron una organización paramilitar creada por el partido 'Estat Català', que posteriormente se integraron de manera autónoma dentro de ERC. No desaparecieron y siguieron conservando su estructura dentro de las juventudes de ERC. Esto no es una metáfora, esta es la vida real, esta es la Historia, la Memoria Histórica. Lo del melón de Meloni considérenla como metáfora, porque siendo una fruta grande, hasta que no se abre, no se sabe cómo va a estar por dentro, el melón claro. Las obras de Meloni las conoceremos con el tiempo, cuando Meloni se abra y se sepa a qué sabe lo que haga.