OPINIÓN
El imputado Sánchez Pérez-Castejón
El presidente del Gobierno es un hombre sorprendido de que «a decir una cosa y hacer la contraria se le llame mentir»
Escuchando a Sánchez Pérez-Castejón ante la Juez Biedma pensaba que declaraba «Snchz» Pérez-Castejón. Dos en uno. Sólo dicen la verdad (y no siempre) cuando mienten sobre la primera mentira. El presidente del Gobierno es un hombre sorprendido de que «a decir una cosa ... y hacer la contraria se le llame mentir». Sus promesas se convierten en solemnes decisiones prostituidas por contradictorias con aquellas. Me imagino una reunión familiar entre ellos, lo más parecido a una partida de póker o de mus, donde el engaño es el fundamento del juego. Envidó al juez Peinado, echó un órdago a la juez Biedma. Se me empieza a hacer la «picha un lío». Sólo sé qué hablo de los Pérez-Castejón. Dos en uno. Tal para cual. Mienten por defecto y eso es una evidencia empírica. A colación con las mentiras de «Snchz» Pérez- Castejón, este se defiende diciendo que «nunca ha mentido». Insiste ante ello que «son maledicencias». Lo justifica en que fueron cambios de opinión forzados por las necesidades de la gobernanza. Y remata la faena manifestando que él solo piensa en el bien común, no en el suyo personal. Y a mí se me saltan las lágrimas y lloro a moco tendido. Y envuelto en el hábito del relativismo filosófico (aunque ninguno de los dos sabe lo que es), se justifica en cualquier caso negando la existencia de una verdad única y absoluta. De ahí que cuando dijo estar deseando comparecer y colaborar con la justicia en el Caso «Begoña» y al hacerlo acogerse a su derecho a no declarar, seguro que nunca pensó haber incurrido en incoherencia entre ambas situaciones. Sánchez Pérez-Castejón manifestó en sede judicial que había encontrado el trabajo y el «cariño» absoluto y desinteresado en Badajoz «bicheando» en Google. A continuación, y a preguntas de su señoría, alegó no tener claro su lugar de trabajo. A los comparecientes en el interrogatorio se les pasó la practica de una prueba definitiva: «Google Location History». Sin embargo, Google no es la única prueba definitiva. Un funcionario (de empleo y puesto a dedo, por lo tanto) de la Moncloa que se encuentra ahora destinado en la Diputación de Badajoz, le presta labores de vigilancia. Según el periódico «El Debate», este otro ínclito otrora de la presidencia del gobierno, realiza batidas de seguridad por la vivienda que está utilizando en la actualidad (parece ser de un senador socialista, demostrándose así la solidaridad entre hermanos de la progresía patria). Sindicalista de la enseñanza (UGT: sindicato hermano del PSOE), fue contratado por la Diputación de Badajoz hace varios meses como jefe de Sección de Coordinación de Centros y Programas de Actividades Transfronterizas. Le llama al imputado «hermanito». Realmente es el hermanito de «Snchz» (por eso de que es el menor). Realmente no se a estas alturas quien es Snchz y Sánchez, sólo se que son una pesadilla, como presumo lo es para muchos españoles.
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