Opinión
«Cepillator»: el miembro del cuerpo
Ahora le toca el turno al policía nacional, sin espada, pero con la porra empuñada
Menudo miembro y menudo cuerpo para poderlo portar. Sí don Pelayo levantara la cabeza, que no otra cosa, estaría orgulloso de la raza de sus condescendientes. Cuando en 1775 ardió el Santuario de Covadonga, su abad solicitó auxilio del Rey Carlos III para recomponerlo, y ... como gratitud le entregó la espada que constaba en la armería y que se atribuía a Belai al-Rumi: «Pelayo el Romano», como lo conocían los moros de entonces. Empuñada y con la punta al aire, que no con la puntita, su longitud era de 98 centímetros. Vaya con don Pelayo, quien no se la envainaba bajo ningún concepto, siempre blandida mirando al cielo de España y cortando el aire con su afilada hoja. Ahora le toca el turno al policía nacional, sin espada, pero con la porra empuñada. Esta de 65,5 cts. Todo indica que la raza española ha desarrollado más la mente que la fortaleza física. Sí, le toca el turno a Dani, como lo llaman, descendiente directo del conquistador astur. Dicen de él sus grandes amores al nordeste del Ebro que, es atento, solidario, divertido, por supuesto guapetón, vamos, un fenómeno de la naturaleza, del que todos los españoles debemos estar orgullosos. Sin duda yo lo estoy, como lo estarían don Pelayo, el Cid y Santiago. Así es que viva España y viva Dani muchos años.
Les comento como llegué a intitular el artículo. El otro día llegué al medio día a la barra del Lentisco, a tomar una copa de Tío Pepe con mis amigos-tertulianos del lugar. Pregunté que entendían ellos por el «sexo afectivo» y por unanimidad respondieron su significado: acción de cepillárselas. Al día siguiente acudí a La Barrita y expuse el caso semántico sintáctico. Uno de los tertulianos indicó que Dani era todo un «exterminator». Debo advertir la nacionalidad inglesa del dicente. Concretamente respondió: «He is employed full-time as a rabbit exterminator». A continuación, indicó que en español venía a ser como una especie de «cepillator». Desde luego que se aprende mucho en la barra de un bar. De ahí el «dicho» cordobés: «Córdoba ciudad de mil tabernas y una sola librería y esta ni falta que hacía». Así es que ya saben Uds. el por qué del título.
Relaciones «sexo afectivas» a cambio de información. Es lo que dicen las abogadas de cinco de ellas, las que exigen al Estado español que sean indemnizadas por «violencia institucional». Pienso que violencia es que te peguen, no que te la peguen. Porque sí la mentira, o las medias verdades por un representante de un órgano del Estado fuera violencia, todo el gobierno, todos los grupos parlamentarios que apoyan el gobierno, son la mentira personificada y, en consecuencia, ejercen sin descanso la violencia institucional. Quizás el ejemplo más elocuente entonces, según estos nuevos parámetros sobre «lo violento», es el que ha engañado a todos los españoles diciendo que era doctor, cuando es todo un fraude, todo una patraña…y ahí sigue, sacando con sus actos legislativos violadores y abusadores, pederastas y demás de las cárceles, pactando con pro-etarras y reduciendo la condena a los malversadores. En fin, utilizar el sexo con otros fines es tan viejo como el mundo. Sólo algunos recuerdos al respecto: Mochizuki Chiyome, Mata Hari, Joséphine Baker, Coco Chanel, Nadezhda Plevítskaia, Christine Keeler y Marlene Dietrich. Pero, quizás el caso más llamativo a colación con el hilo conductor del artículo es el de la «tigresa», Idoia López Riaño, etarra con 23 asesinatos a sus espaldas que, ejercía una atracción magnética con sus víctimas y con los que la rodeaban, como si practicase «sexo afectivo», vamos que se los cepillaría supongo, para luego erigirse en exterminadora, una vez concluido sus actos como cepilladora. Esta lo que hacía bien de verdad y sin género de dudas era matar, hombres y mujeres, que más le daba.
Violencia sexual institucionalizada. En el infectódromo del 8-marzo de 2020 se cantaba por las féminas: ¡Qué me coma el tigre mis carnes morenas! De ahí que pienso que Dani, lo que merece es una medalla al valor. Y sí, además, ha cortado oreja y rabo en la faena, pues supongo que mejor que mejor para ambos. Mientras Dani da la vuelta al ruedo y los españoles taurinos enfervorizados con el faenón disfrutan de sangre y raza, me pregunto, cómo que siendo consentidas durante largo tiempo las «relaciones afectivas sexuales» con las 8, le han denunciado 5 por no pensar políticamente lo mismo que ellas. Sí la mamá de los niños del «coleta» llega a saber lo acontecido, tengan por seguro que la Ley «Sí si» o «emperatriz» hubiese acogido un artículo sobre la cuestión. Los de Tinder están sobre cogidos con la espita que pueda abrir los contactos a ciega, haciendo uso de dicha aplicación. Vaya por Dios. Termino con la imagen de Belarra en mi retina, mirando toda ella al cielo de Nuestro Señor Jesucristo. Cada vez que la veo, más ganas me dan de hincarme al suelo de rodillas y hacer un puerta gayola, capote en mano. Así es la vida, del Espanya ens roba, al España nos folla, diría Forges y las «indepes».