opinión
Candidiasis por la ropa sucia
Hablo con mis amigos médicos, porque cuando leo cualquier cosa que hace o deja de hacer el gobierno se me inflama la masa testicular
Hablo con mis amigos médicos, porque cuando leo cualquier cosa que hace o deja de hacer el gobierno se me inflama la masa testicular. Tan es así que me dicen los insignes doctores que puede ser que haya sido invadido por una «tal cándida». Así ... es que me he puesto en sus manos. Me auscultan y me diagnostican posible candidiasis. Pregunto por ello y me indican la posible presunta infección causada por el hongo cándida. Tal son los picores que debo haber sido atacado por un champiñón.
Se preocupan los galenos por acertar en el diagnóstico introduciendo el concepto de balanitis. Me preguntan por las prendas de vestir y su composición. Les digo que suelo ser clásico en eso de la vestimenta y no acostumbre al uso de prendas de nylon o licra. Me preguntan si uso toga en mi actividad profesional. Les digo que no, eso se lo reservan los jueces y fiscales. Uno de los facultativos me indica que conoce determinadas togas confeccionada a base de nylon y licra. Le respondo que conozco bien el tejido y las hechuras de las togas de verdad. Y les aseguro que son confeccionadas a base de lana fría o tafetán.
Entonces caigo en Cándido. Su tribunal está fuera del poder judicial, pero aspiran a ser una sala de apelación del Supremo y enredarlo todo. Con esa toga sucia por el polvo del camino, sus tejidos poco apropiados, producen demasiado calor y humedad bajo la misma. Hilando fibras de nylon y licra se han producido los hilos requerido para la confección de esa sucia toga.
Aun así, no veo a Cándido con un champiñón. Las noticias sobre gobierno al que sostiene no le producen problema alguno. Puede que sea yo el posible afectado por cándida. A buen seguro que también lo soy por Cándido. Y es entonces cuando pregunto a todos aquellos amigos que juraron por Hipócrates, que si pudiera ser que mi problema no sea tanto cándida sino Cándido. Y todos ellos por unanimidad como gusta a los magistrados de la Sala II del Supremo me dicen que, tanto monta, monta tanto, cándida como Cándido. Me tranquiliza saber que tengo un problema mental provocado por la ingestión de tanta hoja de periódico. Porque no sólo soy clásico en el vestir, también a la hora de leer el periódico.
Cándido, producto de su soberbia, miedo o por un ataque de cándida con efectos perversos jurídicos-mentales, pretende impedir que el tribunal de Sevilla cumpla con su obligación, si es lo que considera tiene que hacer. En síntesis, el TC sentenció otorgando el amparo a determinados miembros de la trama corrupta de los ERE´s, devolviendo el «rollo» judicial al tribunal de la instancia para que disponga una nueva sentencia en el momento procesal oportuno. Sí la Audiencia considera que el derecho existente para sentenciar ahora, interpretado y corregido con la resolución que ampara a los encausados, pudiera contravenir la legislación europea, deberán en cumplimiento de su deber procesal presentar la cuestión prejudicial ante el TJUE, en los términos dispuestos en el artículo 267 TFUE y artículos 2 y 19 de la norma reguladora del TJUE.
Puedo afirmar y afirmo que Cándido nada tienen que ver con cándida. Pero, como todo mortal pudiera presentar un cuadro de candidiasis por cándida. Es lo que pensé yo que me pasaba a mí. Pero no, mi caso no lo produjo cándida, sino Cándido.