OPINIÓN
La Pepa y el Estado de Derecho
La libertad en un estado democrático, ahora y hace 212 años, no puede ser real si no se ejercita en el marco de un Estado de Derecho en el que todos sin excepción, tanto los ciudadanos como los poderes públicos, están sometidos al imperio de la ley
Después de una década desde que se eliminaran, nuestra ciudad volverá, por fin, a tener los Premios Cortes de Cádiz. Cierto es que no serán todos los antiguos premios los que vuelvan a otorgarse, pero si es muy importante que se recupere aquel que premia ... a las personas que se han caracterizado por la defensa de las libertades, el Premio Libertad Cortes de Cádiz, como también es importante que el ámbito de los premios alcance a todo el espacio hispanoamericano. No en vano aquí se reunieron, hace ya más de 200 años, los españoles de uno y otro lado del Atlántico para redactar nuestra primera constitución, aquella en la que la libertad tomó cuerpo y que ha hecho que a Cádiz se la conozca como 'la cuna de la libertad'. Hoy precisamente, 19 de marzo, día de San José, y de todos los que son padres, es el aniversario de su proclamación. La libertad en un estado democrático, ahora y hace 212 años, no puede ser real si no se ejercita en el marco de un Estado de Derecho en el que todos sin excepción, tanto los ciudadanos como los poderes públicos, están sometidos al imperio de la ley. Y ello solo es posible si efectivamente hay una auténtica separación de los tres poderes, el que hace las leyes, el que las ejecuta y el que juzga su cumplimiento. Dos años antes de que se proclamara la constitución gaditana en el Oratorio de San Felipe Neri, los diputados doceañistas se constituyeron en San Fernando, iniciándose las sesiones de las Cortes el 24 de septiembre de 1810. Un día que recordaría más tarde, exiliado en Londres, el diputado Agustín Argüelles:'Amaneció por fin el 24 de septiembre tan deseado de los buenos, que veían enlazada por decirlo así, la época del día con la era feliz en que la nación acostumbraba a reunirse para deliberar sobre sus grandes intereses..'. Tras la jura a las 9 de la mañana en la iglesia de San Pedro y San Pablo, los 102 diputados que habían logrado llegar hasta Cádiz se reunieron para la primera sesión en la que habría de ser la primera sede de las Cortes, el Teatro Cómico de la Isla de León. Y allí, ese mismo día, a instancias de Diego Muñoz-Torrero, se dictó el primer decreto que proclamaba la soberanía nacional y establecía la separación de los tres poderes del Estado: «el legislativo, el executivo y el judiciario». Desde ese primer momento se asumió la relevancia de poner de manifiesto el principio liberal de la separación de poderes y la necesidad de garantizar la independencia de los jueces, entendida por los diputados doceañistas como una condición inexcusable para la protección de las libertades civiles frente a los posibles abusos de las autoridades. Más tarde se crearía el Supremo Tribunal de Justicia, en el hoy museo del carnaval de la Torre Tavira, y la constitución gaditana, en su Título V, establecería que «la potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales pertenece exclusivamente a los Tribunales» y que «Ni las Cortes ni el Rey - ni el poder legislativo ni el ejecutivo- podrán ejercer en ningún caso las funciones judiciales, avocar causas pendientes, ni mandar abrir los juicios fenecidos». Han pasado poco más de 200 años y que importante continúa siendo el recordar lo inexcusable de respetar la división de poderes y el Estado de Derecho.