OPINIÓN

Género epistolar

Ni una sola palabra hacia las víctimas, ninguna petición de perdón

Felicidad Rodríguez

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Dicen que el género epistolar se está perdiendo. Sin embargo, parece que está en auge, al menos entre los políticos, un subtipo en el que las misivas dejan de tener carácter privado para dirigirse a un amplísimo número de destinatarios. Quizá se deba a que, ... manteniendo el carácter de acercamiento que tienen las cartas, lejos de la frialdad de comunicaciones, declaraciones, etc., con ellas se pueden expresar muchas más cosas, incluidos matices y sentimientos, imposibles de transmitir con los 280 caracteres de un tuit. Ejemplo de ello fueron las sentidas y emocionadas cartas del presidente Pedro Sánchez en las que, declarándose profundamente enamorado, anunciaba primero su necesidad de parar y reflexionar sobre su continuidad en el cargo y luego su decisión de continuar al frente de la Presidencia del Gobierno. Numerosos personajes conocidos o importantes han escrito, a todo lo largo de la historia, muchas cartas que, transcurrido el tiempo, se han hecho públicas, algunas de ellas realmente brillantes. Las tenemos de todo tipo. De amor, como las de Napoleón a Josefina, las de Goethe, las de Pablo Neruda o las de Pedro Salinas a Katherine Whitmore, por citar algunos ejemplos. A propósito de estas últimas no dejen de leer el ensayo sobre Salinas del Prof. Manuel Ramos.

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