Opinión

Aún queda España

Me acabo de enterar que Obras Misionales Pontificias informa que España es el país que más misioneros tiene por esos mundos

He leído esta semana en ABC algo reconfortante con mi país y con mis paisanos porque, pese al esfuerzo ideológico por mutarnos que este gobierno hace liándonos con sus trampantojos en vez de buscar nuestra tranquilidad y preocuparse de nuestro bienestar, aún queda ... España.

Octubre tradicionalmente trae dos temas, la Hispanidad y el Domund, católica empresa que cumple este año dos siglos de existencia, aunque fuera elevada a Obra Pontífica como tal un siglo después y, cuatro años más tarde, a este Domingo Mundial de las Misiones.

En mis más infantiles recuerdos, éste era el mes en el que el 'profe' pintaba en la pizarra una suerte de probeta que iba rellenando con tizas de colores según dejábamos caer, en una vieja caja vacía de bombones que tenía en su mesa, nuestras primeras monedas de dos reales, las del agujerito, mientras esperábamos con ansia el día del reparto de aquellas huchas multirraciales con las que salíamos a postular. Un africano, un oriental, un musulmán, un indio piel roja…

Me acabo de enterar que Obras Misionales Pontificias informa que España es el país que más misioneros tiene por esos mundos y que, después de la gigantesca población norteamericana, (donde hay que recordar que existen ya allí muchos más millones de hispanoparlantes que aquí…), somos la segunda nación que más contribuye económicamente a este empeño.

Y me he dicho, qué casualidad. Han pasado ya más de cinco siglos de aquella magnífica aventura española que facilitó el mayor espacio de encuentro que nunca soñara la humanidad para americanos y europeos y ahí siguen nuestros sacerdotes, monjas, frailes, cooperantes o catequistas laicos y religiosos, continuando la tarea de llevar a quien lo necesita, además de religión, sanidad, enseñanza, formación o autoestima, como si no hubieran pasado esos quinientos y pico de años, mientras que aquí se estira ufana una tendencia que se empeña en que nos flagelemos por haber cometido un grave delito de genocidio. En las tierras donde más nativos viven…

Vamos a ver, a lo largo de los siglos, muchos pueblos han invadido a otros y, la verdad, la mayor parte de ellos, han robado y maltratado sin piedad. Hoy los escandinavos pueden dar una imagen de templanza, pero sus antepasados vikingos robaron y mataron todo lo que se encontraban, incluyendo España. Y los ingleses, más allá de lo que hicieron en sus colonias en África o Asia, se quitaron de en medio a los nativos americanos mientras que nuestros antepasados construían en ese continente misiones, ciudades monumentales, impresionantes universidades u hospitales en los que ya se ejercía la sanidad universal. Y cuando esos ingleses se hicieron americanos, siguieron matando nativos dos siglos más rematándolos después en su cine durante muchos años más.

También muchos países del Este y del Oeste. Los chinos ayer con el Tíbet, los mongoles antier con Eurasia, los rusos con sus países vecinos y, ahora, otra vez más con Ucrania. O los musulmanes con el Magreb y Al Ándalus. O los franceses con tantas colonias que tuvieron por África o por Asia donde vivían de maravilla como blancos, bien servidos, dejando en América como herencia el pueblo más pobre del Caribe o la historia de una colonia convertida en un gran presidio. O pregunten en el Congo qué cariño les guardan a los belgas.

Entre nuestros antepasados hubo gente normal, gente abnegada y gente perversa, como también los hay hoy muy perversos que se empeñan en que no convivamos en paz, que nos tienen de menos y que se alzan contra nosotros aún dentro de nuestro territorio. Pero ni ayer ni hoy, esos personajes, por muy perversos que fueron y que ahora sean, pueden hurtar a la noble gente española de bien ese carácter de solidaridad que nos sigue destacando en el mundo.

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