OPINIÓN
Hechos probados
A veces pienso que el sentido de la justicia para esta gente es tan cortito como lo de «aquí te pillo, aquí te mato»
El abuso del lenguaje desde la política muestra harto descaro. Si el político ve agredido su partido, su persona o su familia, el encono con el que habla del juez es, cuanto menos, enojoso. Si se ocupa del político, de la familia o del partido ... de enfrente, entonces, es democracia.
A veces pienso que el sentido de la justicia para esta gente es tan cortito como lo de «aquí te pillo, aquí te mato», vamos, como en las películas del Oeste cuando la turba tiraba de soga y se llevaba por delante a quien tocara para colgarlo en el árbol del ahorcado en menos de seis metros de fotogramas. O que al final lo salvara «el bueno».
Rizan el rizo. Ahora toca elucubración, esto es, divagación, suposición, especulación o hasta fantasía, llevando hasta el fastigio su palabro preferido, la barbaridad del «no caso».
Una resolución fundada y motivada es lo que se espera de los jueces quienes, para ello, necesitan de un proceso que, precisamente, por su origen etimológico, da idea de que lo que se emprende es realmente una marcha, un camino para buscar la verdad.
La cosa empieza con la «notitia criminis» por la que, si se aprecian indicios de un ilícito y éstos se motivan, se inicia ese camino. Se podrá discutir quién ejercita esa acción, pero en una sociedad como la nuestra, no parece difícil admitir que, venga de donde venga, frente a ella estará la garantía de uno de los tres poderes del Estado, el judicial, formado en el Derecho y conocedor de las normas y leyes que han aprobado los otros dos, gobierno y parlamento.
A la ministra del hablar la cosa le parece que «lo que hace el instructor es elucubrar» porque nada se ha probado. Señora, ¿cómo se va a probar algo si ni tan siquiera se ha oído a todas las partes y menos debatido ante quien por ley tiene que tomar esa decisión?
El proceso tiene sus pasos y sus garantías desde aquel indicio motivado hasta el final. Después, se apreciarán las pruebas y se escucharán las razones. De lo que ello resulte, ya sobre hechos probados y aplicando los fundamentos que en Derecho correspondan, se resolverá.