OPINIÓN
A Bruja
Bruja se ha tenido que ir como vivió, justa y benéfica, diría yo, que a cada cual lo suyo
Esta semana ha muerto mi perra. Bruja ha sido una maravillosa y leal compañera, hija de Fifty, una szchnauzer que mi compadre y amigo del alma, Ne Solano, regaló a su esposa Rosa, amada comadre, cuando cumplió ella 50 años. Luego Fitfy parió y Rosa ... eligió a Bruja para Ángeles y para mí.
Quince años de bien estar que han llegado hasta estos días en los que, cumpliéndolos y padecer mal de vida, ha tenido que morirse. Y lo siento. Como cuando se fueron Mío III o Mío IV. O Bruja I, que se fue demasiado joven. O mi adorada Bruja II, una preciosa bóxer que nos dio 12 años de cariño y fidelidad.
Cada uno de ellos, y los que ya tuve antes, ofrecieron y dieron entrega, generosidad y lealtad, sentimientos de los que se han ido desprendiendo tantos políticos que, en el menos malo de los casos, de seguro lo ofrecieron pero que, la verdad, parece que ya no dan. Valores que se están yendo con tantas mareas de rencilla y encono.
Hoy, hablando de Bruja III he querido recordarla en esta página y, con ella, a tantos otros animales que nos han ido acompañando en la vida. Dedicar estas pobres palabras tristes de pena, sí, pero también amparado en la esperanza de su generosidad. Por lo que dan sin pedir; por la entrega de su vida siempre dispuestos. Por no mentir. Por ser fieles al pacto que surgió cuando los elegimos. Porque, sin poder hablar, de aquella manera, nos entendieron. Y porque siempre nos miraron para darnos lo mejor de sí mismos.
Bruja se ha tenido que ir como vivió, justa y benéfica, diría yo, que a cada cual lo suyo. Vivió en el seno de nuestra familia y supo compartir sentires, fidelidad y disposición constantes, virtudes y buenos valores.
Fuera veo una clase política que parece haber apostado por el cainismo, abandonando todo ejercicio de justicia y beneficio, así que, hoy, en su recuerdo, les pido permiso a ustedes y a mi director para que, aunque sea por esta ocasión y por esta triste ausencia, me aparte de tantas zafias y vulgares circunstancias regalándome este fin de semana para ver fotos de mi perra. Me sentiré mejor.
Que la tierra te sea leve, querida Bruja.