APUNTE
Nuevas inversiones en la Zona Franca
La implantación de un hotel en el recinto exterior permitirá revitalizar y cambiar la imagen de la entrada a la ciudad
La Zona Franca de Cádiz ha sido presentada en muchas ocasiones como un motor industrial y económico para una ciudad –comarca, provincia– deprimida según muchos parámetros técnicos. La nueva etapa, el cambio, siempre se presentaba como inminente, sobre todo cada vez que se producía un ... relevo de partido en el Gobierno de Madrid y, por tanto, en la presidencia del Consorcio que dirige la histórica institución. Cada uno de los nuevos responsables hablaba de conseguir inversiones, factorías, empleos que permitieran a sus distintos recintos convertirse en un elemento muy importante para la expansión del sector logístico y estratégico en la Bahía de Cádiz, especialmente. Su papel se supone primordial porque en esta parte del mundo el tejido empresarial es menor que en otras y el papel de fomento de las instituciones públicas debe ser, por lo tanto, más importante.
El resultado de sus gestores se ha podido ver en la impronta que han dejado para el desarrollo industrial y económico no solo de capital sino de la Bahía en su conjunto. Así, la compra del suelo de Altadis, la demolición de algunas naves del recinto exterior o la puesta en marcha de un espacio para la economía azul son algunos de los hitos que han marcado la gestión de los últimos delegados de la Zona Franca. Resulta complicado darle la vuelta a un calcetín, caso del recinto exterior, donde la Zona Franca es un propietario minoritario.
En esta última etapa sí parece merecido, y objetivo, alabar una evolución evidente. Además de planes, basados principalmente en fondos europeos, convertidos en herramientas perfectas para crecer y crear puestos de trabajo, se ven obras, proyectos reales, ideas, iniciativas. Los ejemplos son el hotel que la constructora vasca VDR Multiva y la sociedad Ispal Advisors se han adjudicado en la antigua Ibérica AGA. Y el inicio de las construcción de la incubadora de empresas, Incubazul, con un «icónico» edificio a base de contenedores reciclados. O la llegada de empresas eólicas, la posible instalación de centros de mayores y la construcción de más viviendas. Algunas realidades y otros proyectos firmes. Por fin. Si las diferencias partidistas o ideológicas vuelven a paralizar iniciativas ilusionantes, los ciudadanos volverán a caer en la decepción y el desencanto. Ya lo han hecho demasiadas veces. Estamos ante un nuevo ejemplo donde la colaboración entre instituciones es clave en favor de la ciudad.