EL APUNTE
Un registro muy polémico
Hoteles y clientes rechazan la norma que obliga a dar más datos sobre la estancia
El nuevo registro turístico o de información de viajeros no ha sentado bien ni a empresarios de hoteles ni a clientes. La obligación desde el pasado día 2 de aportar más datos en la ficha hotelera ha generado polémica, sobre todo, entre clientes extranjeros que ... ya tienen que dar también sus datos antes e embarcar, por ejemplo, en un avión. Los responsables de las cadena de hoteles destacan que la nueva ficha resta agilidad en la recepción. Esta normativa supone que a partir de ahora hoteles, agencias de viajes, campings y en general cualquier alojamiento turístico y plataformas intermediarias en el sector tendrá que proporcionar al Ministerio del Interior los datos de sus clientes a través de una nueva plataforma informática. Así, se incluirían los nuevos modelos de negocio que permiten las modernas tecnologías digitales y recogerá aquellos datos que las empresas recaben para su propia gestión comercial, en su mayoría los mismos que ya comunicaban al anterior registro, explican desde el Ministerio del Interior que, además, pretende ejercer mayor control sobre la delincuencia a través de esta información adicional. Desde antes de su aprobación, el sector turístico ya mostraba el rechazo ante la medida por exigir un alto volumen de datos. Así, las empresas turísticas han denunciado que esto traerá un tiempo de espera mayor a la hora de hacer el check-in, al mismo tiempo que han mostrado su preocupación por una posible incompatibilidad con el reglamento de la Unión Europea. A partir de ahora, los alojamientos turísticos tendrán que registrar los datos de los clientes en la aplicación ses.hospedajes, gestionada por la Secretaría de Estado de Seguridad. De esta manera se eliminan «los antiguos libros de registro que debían elaborar las propias empresas y los sustituye un mecanismo ágil y funcional, detallan desde el Ministerio de Interior. Concretamente, afectaría a los hoteles, hostales, pensiones, casas de huéspedes, establecimientos de turismo rural, apartamentos, bungalows, campings y zonas de estacionamiento de autocaravanas, así como plataformas digitales de reservas y operadores que presten servicios de intermediación entre la hospedería y los consumidores. Estas empresas solo deberán volcar en el nuevo registro aquellos datos que recaben para su propia gestión comercial, datos que en su mayoría son los mismos que ya comunicaban al anterior registro activo desde 1959, explican. Las principales novedades residen en que los clientes deberán concretar la relación de parentesco cuando alguno de los huéspedes sea menor de edad, además de precisar el medio de pago.