El Apunte
El Puerto levanta el vuelo
El Gobierno portuense cimenta su apuesta en dos pilares: el turismo y la industria aeronáutica
El Puerto aún paga los desmanes de políticas erráticas y cortoplacistas. La cultura del pelotazo urbanístico dejó una ciudad deslavazada que ha necesitado de innumerables pespuntes para confeccionar un traje a su medida. Las alternativas continuas en la plaza Isaac Peral han impedido ... establecer una línea común y sólo hace escasas fechas que se ha trazado el camino a seguir, a expensas de evitar un nuevo bandazo en los próximos meses.
De ahí que la ciudad sufra con rigor todas esas calamidades, ofreciendo imágenes reprobables en cuanto a la conservación de su patrimonio histórico y la despoblación del centro. Para cambiar la tónica de la degradación obvia de la localidad, el equipo de Gobierno ha realizado una fuerte apuesta en dos pilares. La turística es palpable y visible desde el primer día en que se recuperaron los conciertos y festivales perdidos años atrás. El verano gaditano vuelve a ser portuense, a falta de ajustar parámetros básicos como la limpieza y la suciedad para evitar los perjuicios de los vecinos.
El segundo punto a desarrollar es su conversión en capital aeronáutica de la bahía, y por ende de la provincia. La factoría de Airbus, uniendo los recursos de la actual fábrica y los de Puerto Real, sirve para señalar esta tierra como escenario ideal para la instalación y la inversión. La llegada de la empresa gallega Utingal, además de las ya ubicadas Alestis, MyM e Intec-Air, pone en evidencia que se están dando los pasos correctos hacia la meta deseada.
Utingal invertirá diez millones de euros, prevé ampliar su plantilla de 60 a 100 trabajadores y facturar 15 millones. Trabaja para Airbus, Boeing, Volkswagen... En definitiva, la savia para inyectar a una ciudad con excesivas carencias y un potencial tremendo.
Beardo se refirió a El Puerto como un gigante dormido que debía despertar para ser la locomotora de la Bahía. Es lógico el temor a un desequilibrio, a que las apuestas decididas en turismo e industria eclipsen la necesaria transformación social y patrimonial. Pero todo fluye en la misma dirección. Las maltrechas arcas de la localidad, dilapidadas por una gestión infame que ha dejado una herencia envenenada y casi eterna, necesitan una inversión extra para la acometida de todos esos proyectos que durante tanto tiempo acabaron cogiendo polvo en un cajón.