El apunte
El problema sigue ahí
Las medidas de ahorro en primavera salvaron la temporada turística, seca y calurosa, y ahora hay que tomar nuevas decisiones; empezando por nosotros
Días claves en Andalucía en la provincia de Cádiz. En las próximas fechas se reunirán los comités de sequía para valorar las nuevas medidas tras las 'relajaciones' de este verano. De junio a septiembre ha pasado lo temido y lo esperado. Ha hecho calor, bastante ... calor, y no ha llovido. Por tanto, las reservas han caído de forma sensible y de nuevo se enciende la alarma.
La situación es compleja. No tan dramática como justo hace un año, pero esta temporada se sigue viviendo de las rentas de la tormentosa Semana Santa, cuando durante ocho días cayó agua como para salvar el curso. Lógicamente, un factor incontrolable al que no se pueden encomendar únicamente nuestros gestores, porque no todas las pascuas van a traer 'su' milagro desde el cielo.
La Junta siempre busca el equilibrio, huyendo de medidas drásticas. Tomaron decisiones duras en primavera para salvar la temporada estival, donde se dispara el gasto por la llegada de millones de turistas a nuestra región (se ha gastado en este verano una cuarta parte de las reservas de agua de los embalses andaluces). Después de la flexibilización, ahora de nuevo es necesario apretarse la correa. Habrá restricciones, 'sólo' queda definir a qué nivel.
Aparte de por necesidad, esos movimientos restrictivos ejercen su función pedagógica sobre la población. Porque en la punta de lanza de la lucha contra la sequía radica el consumo responsable.
El ciudadano ejerce un papel fundamental, y está comprobado que esos 'pequeños' gestos que se consiguen inocular en el proceder diario con mucho esfuerzo se pierden con mucha facilidad en cuanto se produce una relajación.
Es importante entender que todos tenemos mucho que decir y que hacer no tanto para solucionar el problema (eso viene de arriba, pero de muy arriba) sino para no agravarlo. El agua es un regalo y un bien escaso que no se puede malgastar sin conciencia. Hay que cerrar el grifo al abuso.