OPINIÓN
Un problema de Europa
Mientras el narcotráfico no se vea como lo que es, un drama que afecta a todos, seguiremos recibiendo malas noticias
Kiko 'el Cabra' no pilotaba la narcolancha que arrolló a Miguel Ángel González y a David Pérez, los dos guardias civiles asesinados la noche del pasado 9 de febrero en el puerto de Barbate. Así lo ha determinado la investigación realizada por la propia Guardia ... Civil, que en un primer momento le acusó a él de ser el responsable directo del vil asesinato. Ayer se supo que, tras revisar todas las pruebas y realizar exhaustivos análisis periciales, los responsables fueron los tripulantes de otra embarcación que igualmente se refugiaron aquella noche en el puerto barbateño.
Es de justicia destacar la inocencia en este caso de Kiko 'el Cabra', que pese a todo seguirá presumiblemente en prisión ya que se le imputan varios delitos graves relacionados todos ellos con el narcotráfico. También es de justicia resaltar la profesionalidad de los investigadores, que lejos de buscar 'venganzas' o 'resultados inmediatos' tan sólo quieren hallar la verdad de lo sucedido y dar con los auténticos culpables.
Y esa es la parte más dura de esta nueva e impactante noticia conocida en la tarde de ayer: los verdaderos culpables andan sueltos. Todas las pesquisas apuntan ahora a un hombre que responde al nombre de Karim y que más que probablemente esté escondido en Marruecos. Va a ser muy difícil, pues, dar con él transcurridos como han transcurrido justamente hoy tres meses de los hechos. Sin embargo, eso no debe ser óbice para que las investigaciones sigan y se den todos los pasos necesarios para que se haga justicia.
Y sobre todo, todo este triste asunto debe servir para que desde las administraciones correspondientes, fundamentalmente desde el ministerio de Interior, de tome conciencia real del gravísimo problema que vive toda la costa andaluza a causa del narcotráfico. Mientras los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado no cuenten con medios materiales y humanos suficientes, esta será una guerra en la que se ganará alguna batalla, pero será imposible acabar con la raíz del problema.
El tráfico de drogas no es un asunto que afecte sólo a los municipios costeros, especialmente Barbate, La Línea o Sanlúcar. Es un drama que atañe a toda Europa, ya que el sur es simplemente la puerta de entrada. Mientras esta idea no se tome en serio en las instancias en las que se tiene que tomar, estaremos abocados a seguir recibiendo siempre malas noticias.