EL APUNTE

La precariedad laboral se asienta

Cada vez más gaditanos tienen que buscar un segundo empleo para poder hacer frente a los gastos básicos para vivir

El Gobierno de España lleva 48 horas de mensajes triunfalistas tras conocerse los datos de empleo del mes de abril. Es cierto que los números 'brutos' son buenos. Especialmente para Andalucía, una de las comunidades donde más ha crecido el empleo en los últimos años. ... El presidente Sánchez, y sobre todo su vicepresidenta Yolanda Díaz, sacan pecho por unas cifras que entienden son consecuencia directa de su reforma laboral. Si se hace la comparativa con los últimos años, es cierto que la 'radiografía' del empleo ha mejorado mucho. De hecho, oficialmente estamos en cifras similares a las del año 2008, que es cuando comenzó la crisis y la cuesta abajo económica a nivel global.

Sin embargo, estos datos esconden muchos matices que, analizados con un poco más de profundidad, revelan que la situación laboral en España, y especialmente en la provincia de Cádiz, no es tan boyante como quiere hacer ver el Gobierno. En primer lugar por el consabido 'maquillaje' de los trabajadores fijos–discontinuos. Aquellas personas que tienen un contrato fijo pero sólo trabajan unos meses al mes. En Cádiz hay miles de ellos. Empleados de hoteles, por ejemplo, que trabajan de abril a octubre y el resto del año no. Tienen contrato en vigor para esos meses, pero en el paréntesis de noviembre a marzo no, por lo que están en búsqueda activa de empleo y cobrando el subsidio. Sin embargo, desde la aprobación de la última reforma laboral, ya no contabilizan como parados, de ahí que la comparativa con años anteriores resulte engañosa.

Siendo esto grave, aún lo es mucho más el hecho de que la precariedad salarial es la nota dominante en prácticamente todos los nuevos contratos que se firman. Que además en dos de cada tres casos son temporales, de apenas unos días o semanas.

Lo cierto es que cada día crece el número de personas que, pese a contar con un trabajo, están al borde del denominado umbral de la pobreza, ya que sus sueldos no les llegan ni de lejos para cubrir los gastos mínimos para subsistir. Al margen de los enormes problemas que les genera para la conciliación familiar e incluso de salud mental. El mercado laboral ha mejorado. No tanto como debiera, pero ha mejorado. Sin embargo la clase media española cada día es más pobre. Y un país en esa situación no puede sostenerse por mucho tiempo, está abocado al fracaso.

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