APUNTE
Las políticas no están a la altura
Las dirigentes de PSOE y Podemos aprovechan la cita del 8-M para atacarse por la ley del 'solo sí es sí' y exhibir sus diferencias
Las distintas asociaciones feministas no sólo de la provincia de Cádiz, sino de toda España, venían advirtiendo de lo que, finalmente, se materializó ayer. El movimiento feminista vuelve a estar dividido a causa, fundamentalmente, de los cainismos políticos. Resulta más que llamativo que si hace ... unos años se señalaba con el dedo a los sectores conservadores y sus distintas visiones de los feminismos, ahora la lucha más encarnizada es la que están protagonizando, irónicamente, dos socios de Gobierno a nivel nacional, como son PSOE y Unidas Podemos (engoblándonse, dentro de Podemos, a las decenas de escisiones y disidencias, entre las que se encuentra la propia formación de Adelante Andalucía).
El incidente que protagonizaban las caras visibles de Podemos y PSOE en Puerto Real, Ascensión Ruiz y Elena Amaya respectivamente, en el Ayuntamiento no auguraba nada bueno. Ruiz acusó a los socialistas, en un exabrupto que sorprendió a todos, de haber buscado pactos para atacar la seguridad de las mujeres. Amaya le replicó que no sólo no tenían ningún tipo de responsabilidad como grupo municipal sino que, además, ése no era el momento de enfrentamientos...
Sin embargo, la lucha entre PSOE y Podemos volvió a repetirse por la tarde en la manifestación convocada por los grupos feministas en la capital. El PSOE se ausentó de la marcha para acudir a otro acto y Podemos (en este caso, la coalición del Ayuntamiento) aprovechaba la ocasión para atacarle y desmerecer su compromiso con el feminismo. Desde el otro lado del tablero político, María José García-Pelayo, del Partido Popular, también atacaba a Podemos y PSOE calificando de «farsa» la movilización prevista para ayer.
Es difícil que la sociedad pueda avanzar, que se puedan buscar consensos en la lucha de las mujeres si sus representantes políticas se dedican a tirarse los trastos a la cabeza cada vez que se aproxima el 8-M. En el caso de la izquierda, no deja de ser curioso cómo, a fuerza de arrogarse las distintas corrientes la bandera del feminismo, la han hecho jirones por su continuo tirar y tirar. Recomponerla debe ser su misión fundamental, no buscar un nuevo trocito.