Ni paredes de cristal ni buena gestión
La pérdida de contratos en Eléctrica de Cádiz pone a las claras la falta de pericia y de transparencia del equipo de Gobierno municipal
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, decía en tono jocoso en la campaña de las últimas elecciones municipales aquello de «porque seremos fascistas, pero sabemos gobernar», haciendo hincapié en que ante la buena gestión, los críticos sólo podían asirse a sus prejuicios ideológicos. ... En el caso del Ayuntamiento de Cádiz, no podrían hacer un comentario similar. En primer lugar, porque en este caso, la ideología sí es extremista y no cabría broma posible. Y en segundo, porque en todos estos años han demostrado sus carencias a la hora de la gobernanza cotidiana, con problemas en ámbitos como el transporte urbano, los aparcamientos, la construcción de viviendas protegidas y, como se denuncian hoy en las páginas de este periódico, en la gestión de Eléctrica de Cádiz. Los que venían a aportar luz y taquígrafos han dejado claro que ni una cosa ni la otra; que la luz que ofrecen cada vez tiene menos compradores y los taquígrafos, con su opacidad acostumbrada, son solo una broma que sacar en campaña.
Y es que en la publicación de los datos sobre pérdida de clientes en estos años confluyen varios de los peores defectos de este equipo de Gobierno. Por una parte, su falta de capacidad de gestión en Eléctrica de Cádiz ha provocado la pérdida de cerca de 4.000 contratos desde que el señor González Santos es alcalde de la ciudad. Las subidas de precios de los últimos meses, («la madre de todos los tarifazos», en palabras del concejal del PP José Carlos Teruel) ha espantado a los clientes, que han ido buscando compañías más competitivas. Aquello de que la luz era un bien que debía alcanzar a todos se perdió como tantos otros mantras. Igual de grave es que estos datos se hayan conseguido tras la denuncia interpuesta por el Partido Popular ante el Consejo de Transparencia ante la falta de respuesta municipal. Los datos, cómo no, llegan además con trampa pues no contemplan los últimos meses del año, en los que se cree que el número de bajas de la empresa, que pasó de tener un beneficio de 14,1 millones en 2020 a perder 15 millones en 2021, habrá sido aún mayor.