APUNTE
Oportunidad única
Cádiz se enfrenta esta semana a un examen para demostrar su capacidad organizativa
El Congreso de la Lengua que se inauguró ayer en Cádiz debe ser el escaparate perfecto para que Cádiz se reivindique como una ciudad de encuentro de culturas a nivel internacional. Se trata de una oportunidad única para que la capital gaditana se sacuda algunos ... de los tópicos que tanto daño hacen fuera de la provincia. Cádiz tiene capacidad para acoger este tipo de eventos y así se demostró ayer, aunque aún habría que limar detalles como el desastroso protocolo del acto inaugural celebrado en el Gran Teatro Falla.
Sin duda, la papeleta la salvaron sus Majestades los Reyes Don Felipe y Doña Letizia, que se convirtieron en los grandes protagonistas del día por su naturalidad, espontaneidad y cercanía con todos y cada uno de los gaditanos que pidieron que se acercaran a saludar. La imagen de Felipe VI tocando el cajón flamenco pasará ya a la historia como una demostración gráfica –una imagen vale más que mil palabras– del talante del monarca, sin duda el mejor representante y embajador que pueda tener España.
Al margen de lo festivo, este encuentro que arrancó ayer y que se prolongará hasta pasado mañana jueves es de una importancia vital para el futuro de nuestra lengua. Buena prueba de ello son las palabras del director de la Real Academia de la Lengua, Santiago Muñoz Machado, tras la reunión mantenida con representantes de empresas tecnológicas, en la que se abordó el futuro del español en la Inteligencia Artificial y la carrera frente a «su competidor», el inglés. Varios de los directivos de las tecnológicas participantes señalaron antes del encuentro la importancia de que la IA «no hable solo en inglés».
Antonio Vargas, director de relaciones institucionales de Amazon Web Services, afirmó con buen criterio que «el competidor es el inglés y ahora la programación está dominada por este idioma, pero el español puede estar más presente. No es una cuestión de tiempo, sino de voluntad política: apostar más por construir estas tecnologías y no tanto en ser los consumidores».
Este Congreso de la Lengua, pues, debería sentar las bases del futuro y Cádiz tiene una oportunidad única de pasar a la historia por ello. La ciudad, excepto los pocos que se acercaron ayer a ver a los Reyes, está viviendo bastante de espaldas a un evento de importancia internacional. Quizá sea porque sus representantes, de todo signo, no han sabido transmitirlo.