El Apunte
La obra eterna
La reparación de la muralla del Paseo del Vendaval vuelve a sufrir retrasos, después de haber quedado aparcada durante años
El deterioro de la muralla de la ciudad viene de lejos. Hace nueve años que fue aprobado el plan de actuación, pero los resultados no se verán, con suerte hasta casi una década después, ya que su financiación no fue recogida en los Presupuestos del ... Estado y cayó en el olvido.
Los constantes requerimientos desde el Ayuntamiento a la Demarcación de Costas para que acometiera la actuación integral sobre las castigadas y deterioradas murallas de la ciudad no obtuvieron sus frutos hasta el pasado 2023.
Incluso, en el caso de la muralla del Paseo del Vendaval, pese a que la situación se agravó aún más en 2018, cuando se tuvo que recurrir a colocar un vallado fijo, como medida preventiva y garantizar la seguridad de los viandantes y ciclistas que frecuentan dicha zona a diario, en la zona que linda entre el pabellón deportivo La Mirandilla con la Casa de Iberoamérica.
Cinco años después, desde el Ministerio de Transición Ecológica se aprobaba la ejecución de las obras, promovidas por la Dirección General de Costas, con un presupuesto de 830.000 euros, con un plazo de finalización previsto para finales de 2023.
Bien es cierto que trata de una obra compleja pues la intervención consiste en perforar e inyectar mortero líquido en distintas capas de la muralla con un sistema especializado para la consolidación de este tipo de estructuras.
Hay que resaltar que el mantenimiento y conservación de las murallas de Cádiz que están desde el nivel del mar hacia abajo son competencia de la Demarcación de Costas de Andalucía Atlántico, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Mientras que otras que tiran hacia arriba, casos de la muralla de las Puertas de Tierra, San Carlos o los baluartes es potestad del Ayuntamiento de Cádiz.
En todo caso, son los vecinos quienes padecen las incomodidades de estos retrasos en la obra de reparación de la muralla del Paseo del Vendaval, que con el paso del tiempo se está convirtiendo en una reforma eterna.