APUNTE
Objetivo: trabajar en el sector público
El aumento de plazas de funcionarios dependientes del Estado es un arma de doble filo que puede suponer un grave problema si no se equilibra con el sector privado
España nunca ha sido un país de emprendedores. Al contrario que en países como Estados Unidos, por tradición e historia, en nuestras fronteras la inmensa mayoría de los jóvenes siempre han preferido buscar un futuro en el sector público por medio de unas oposiciones a emprender o trabajar en el sector privado.
Esta tendencia histórica se está viendo agravada en los últimos años de gobierno de coalición entre PSOE y la izquierda populista. Ambos partidos priorizan claramente la creación de empleo público para reducir las cifras del paro, en lugar de incentivar a las empresas privadas para que sean ellas las que tiren del 'carro' de la economía. Un país como España, obviamente, tiene que tener un funcionariado fuerte, que sustente la pesada maquinaria que supone el día a día de los ciudadanos. Educación, sanidad, administración, fuerzas y cuerpos de seguridad, ejército... deben estar reconocidos y bien remunerados. Pero basarlo absolutamente todo en el sector público es un error muy grave, que conduce poco a poco a regímenes cercanos al comunismo.
Es evidente que esta es la deriva en la que ha entrado España en los últimos años y en la que va a a seguir durante los próximos cuatro de confirmarse, como todo hace indicar, la investidura de Pedro Sánchez como presidente.
Pero también sería un error señalar sólo como culpable de esta situación al Gobierno. Las propias empresas privadas deben ser conscientes de la situación y mejorar sus condiciones para ser más atractivas a los ojos de sus propios trabajadores. Las diferentes crisis encadenadas en los últimos años han hecho de la precariedad laboral una constante en miles de compañías privadas de distintos ámbitos, mucho más en sectores ya de por sí precarios como el turismo o la hostelería.
La provincia de Cádiz, la más castigada históricamente por el desempleo, no es ajena a esta coyuntura. De hecho las cifras revelan que la inmensa mayoría de los jóvenes gaditanos optan por buscar una oposición que se ajuste lo más posible a su formación para tratar de acceder a un puesto de trabajo que les garantice estabilidad laboral y económica de cara a emprender sus proyectos vitales de futuro.