El Apunte
Una muerte más por el narcotráfico
El trágico suceso ocurrido este pasado fin de semana en el Guadalquivir muestra el riesgo real que padecen los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado
De nuevo la provincia de Cádiz se convierte en escenario de un capítulo mortal en la lucha contra el narcotráfico. En la noche del pasado sábado la desembocadura del río Guadalquivir albergaba una operación de la Guardia Civil que se saldó con un fallecido y ... cuatro heridos, todos ellos tripulantes de una embarcación dedicada al tráfico de drogas, tras colisionar contra la costa y volcar, durante la persecución.
En esta ocasión, el dispositivo estuvo formado por el Servicio Marítimo Cádiz y Huelva y junto al helicóptero, agentes de la Comandancia de Cádiz y el GAR, pudo impedir el desembarco del alijo, cuando detectaron la presencia de ocho narcolanchas entrando a gran velocidad por el río Guadalquivir.
No es la primera, ni desgraciadamente será la última vez que se produzca un episodio de este tipo. Las muertes relacionadas con el tráfico de drogas no dejan de producirse en la provincia: de uno y otro lado y siempre de forma violenta.
En la última década el delito del tráfico de drogas ha dejado en la provincia de Cádiz una veintena de muertes a su paso. De un lado y de otro; porque la muerte no entiende de bandos ni decide dónde apuntar.
Por ello, resulta crucial que el Gobierno deje de obviar que es necesario catalogar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como trabajadores de riesgo. Además, este lamentable suceso subraya una vez más la necesidad de seguir dotando a las fuerzas y cuerpos de seguridad de los medios necesarios para enfrentar de manera segura y efectiva este tipo de amenazas.
Los narcotraficantes cada vez están más profesionalizados y cuentan con un importante contingente de medios económicos y materiales para actuar sin impunidad por toda la costa gaditana. No es extraño observar como campan a sus anchas por las aguas a la espera de operar.
Desde las asociaciones señalan además la necesidad de que la provincia y especialmente las zonas tan afectadas por el narcotráfico como Sanlúcar, La Línea o Barbate, sean declaradas zonas de especial singularidad. Lo ocurrido el pasado 9 de febrero en el puerto de Barbate continúa en la memoria de todos y no debe caer en el olvido por la indefensión que padecen los agentes.