El Apunte
Inmigración ilegal, una cuestión de Estado
La estrategia del Gobierno para descongestionar los recursos de atención de Canarias por la llegada de cayucos tiene que ir mucho más allá que repartir a los extranjeros y dar así una patada hacia adelante
En Cádiz, en esta provincia, se sabe bien lo que significa recibir a personas que huyen desesperadas de sus países. Desde hace muchos años a nuestras costas llegan pateras abarrotadas de migrantes que quieren entrar a Europa por la Frontera Sur. Seguramente no para quedarse ... en tierras gaditanas pero sí como puerta de esa segunda oportunidad. Y así está ocurriendo también en Canarias donde desde hace un año aproximadamente están volviendo a vivir otra crisis de cayucos. Cientos de extranjeros llegan a sus puertos o son rescatados en el agua cada semana. Incluso cada día.
Y en esta situación, la que se vivió en Cádiz en 2017 y 2018, el Gobierno pretende descongestionar los recursos de ayuda de allí con medidas como la de repartir de forma obligatoria a los menores no acompañados. Es decir, trasladar el problema de sitio. Desde Andalucía se les está advirtiendo que aquí ya están estos centros llenos, que esos traslados no se pueden hacer de forma precipitada y que esos niños necesitan de ayuda, no estar en lugares donde residan hacinados o no se les pueda atender debidamente.
Además de nuevo se ponen sobre la mesa otras cuestiones. ¿Por qué no se trabaja en los países de origen buscando soluciones a aquellas cuestiones que hacen que estas personas sean capaz de dejar su vida atrás?. Ayudas, medidas.. sí, pero eficaces y reales.