EL APUNTE

Golpe bajo de Australia

Navantia se queda sin opciones para construir once fragatas a la Marina australiana

Navantia ha quedado excluida de la puja por la construcción de once fragatas para la Marina Australiana. Tras superar el `pasado febrero la criba inicial se ha quedado sin opciones en la segunda vuelta. La batalla final la librarán un astillero, alemán y otro japonés. ... Es el segundo varapalo que recibe la empresa pública española en seis años de manos de uno de sus mejores clientes: Australia. El primer golpe tuvo lugar en marzo de 2018 cuando la empresas española quedó finalista en el concurso público para construcción de nueve buques militares, sin embargo, la balanza se decantó por al inglesa BAE Systems. Se da la circunstancia que entonces se negociaba el Brexit y Australia barrió para casa otorgando un contrato millonario al Reino Unido. La naviera pública española era una de las cuatro candidatas, con su fragata Alfa 3000, para la renovación de la flota australiana, pero finalmente se ha quedado fuera, al igual que la surcoreana Hanwha Ocean, y las únicas empresas que siguen en la pugna son el astillero alemán ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) y el japonés Mitsubishi Heavy Industries (MHI). Siguen adelante los dos diseños finales el MEKO A-200 de Alemania, una versión moderna de la fragata Anzac de la marina australiana, y el Mogami 30FFM mejorado de Japón, considerado uno de los buques de guerra más importantes del mundo. Tanto esta fragata como las dos siguientes se construirán en el país del astillero que resulte vencedor (Alemania o Japón), y las tres siguientes serán fabricadas en suelo australiano, mientras que queda pendiente concretar el diseño de las cinco siguientes. Quedar fuera del programa SEA 3000 supone un importante revés para Navantia, que aspiraba a seguir fortaleciendo su cooperación con Australia, país en el que lleva operando desde el 2006. Desde entonces, ha aumentado su presencia y se ha ido consolidando como uno de sus socios preferentes en la construcción naval. De hecho, lleva más de dos décadas manteniendo una estrecha relación con la Marina Real Australiana (RAN) y en la última década ha sido su principal suministrador de buques. Además, desde el 2012, la naviera española cuenta con la filial Navantia Australia, que el año pasado se asoció con los astilleros australianos Austal y Civmec para ofrecer al Gobierno del país una propuesta de diseño y fabricación de seis corbetas, destinadas a aumentar la capacidad de la Marina australiana. Pero en 2018 Navantia tampoco fue la elegida para construir las nueve fragatas antisubmarinas SEA 5000 de la Armada de Australia, en un contrato de 22.000 millones de euros.

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