APUNTE
Que el gobierno no paralice el desdoble
Los empresarios temen que el anuncio del tercer carril en la autopista signifique la paralización del desdoble de la nacional
En la administración, aunque en ocasiones no lo parezca, los recursos son limitados. Los presupuestos generales, bien sean del Estado (como en el caso que estamos tratando en este apunte) o de una Comunidad Autónoma (como creía Kichi en su habitual ceremonia de la confusión) ... establecen hasta dónde se puede invertir y en qué proyectos. Como en la manta de una cama, el tirar de un lado supone que se descubrirá el extremo opuesto del catre. Es por eso que cuando se destina más dinero a una región, la que está al lado termina tiritando de miedo o de frío. Y cuando se propone un gran proyecto, el que está al lado, queda al desnudo.
Sirva este símil para explicar la inquietud que sienten los empresarios gaditanos ante el anuncio llevado a cabo por el Ministerio de Movilidad de que piensa ampliar la autopista entre Cádiz y Sevilla con un tercer carril. La obra, que no será barata, puede significar que el proyecto de desdoble de la antigua nacional IV (que lleva años y años entre las reclamaciones del colectivo empresarial andaluz y gaditano) quede condenado al olvido.
Los empresarios, además, se han sentido molestos por el hecho de que el proyecto de obra contemple que la ampliación de la infraestructura comience por la provincia de Sevilla (concretamente, desde el Ministerio se anunció que el primer tramo sería el comprendido entre Sevilla y Los Palacios) cuando es precisamente en la zona de Cádiz donde se producen la mayor parte de los atascos. Podría darse, por ese reparto de fondos limitado del que hablábamos al principio, que la provincia termine sin el tercer carril de la autopista y sin el desdoble, tantas veces reclamado, de la nacional.
Los empresarios tienen derecho a que se escuchen sus demandas. Ellos, mejor que nadie, conocen las necesidades de la provincia para su desarrollo y su competitividad económica. Condenar al cajón del olvido los proyectos que durante años llevan reclamando no es sólo dejar de lado las reivindicaciones de quienes generan empleo en Cádiz, sino también una falta de consideración con los ciudadanos que también pagan sus impuestos y ven cómo la manta siempre termina tapando a los mismos.
