APUNTE
Una fiesta que también tiene límites
Los reclamos para atraer a los moteros cada año con motivo del Gran Premio son buenos siempre que no enturbien la celebración
A estas alturas después de tantos años de celebración de las carreras en Jerez decir que la movida motera es multitudinaria es absurdo. Sencillamente porque ya se sabe. Es una evidencia más que contrastada. El motociclismo lleva siendo un buen aliado para la provincia desde ... que la localidad jerezana construyó el Circuito y comenzaron a desarrollarse en él las pruebas puntuables para el Mundial. Cierto es que la afición española ha tenido mucho que ver en la gran fuerza que ha tomado el Gran Premio en España y, sobre todo, en cuanto a todo lo que rodea a su celebración pero en la calle.
Ha extendido los beneficios más allá del recinto donde se celebran las carreras a diferencia de otros campeonatos internacionales donde los favorecidos por el importante poder económico de este mundo solo se reparte entre los propios organizadores. Aquí, en Jerez, la fiesta del motor salpica a los hoteleros, los hosteleros, los organizadores de eventos, los que alquilan casas, a los talleres, a los comerciantes, a proveedores... etc etc... una cadena en la que son muchos los que están deseando cada año arrancar con estas buenas cuentas su temporada de verano. Este año se esperan unas 200.000 personas en el Circuito pero a esa cifra hay que sumarle muchos más que también acuden en masa aunque no vean 'in situ' las pruebas.
Pero, a pesar de los buenos augurios, no hay que cegarse tampoco por los números. Hay que tener siempre en cuenta que año tras año nos enfrentamos ante un reto de seguridad y buen funcionamiento que tienen que ir de la mano. No todo puede estar permitido y, menos aún, si lo que se permite puede poner en peligro la vida de una persona, esté o no esté relacionada directamente. Por ello es importante volver a centrar en balón antes de que como ya ocurrió en El Puerto se vaya de las manos y de lo que se tenga que hablar con más frecuencia no sea de fiesta o alegría sino de todo lo contrario.
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