OPINIÓN
Un estado «impotente»
La Fiscalía General del Estado vuelve a insistir en que son necesarios más medios para poder ganar la batalla al narco
Lo dice la Fiscalía General del Estado. Un órgano que de forma imparcial tiene como principal objetivo velar por la seguridad y las garantías legales de cualquier ciudadano. Esté del lado que esté. La batalla al narcotráfico no se puede ganar si no se tienen ... más y mejores medios. Esa podría ser (otra vez) la principal conclusión de su Memoria de este año, conocida ayer. Un documento que se basa en los informes que a este operador jurídico superior pasan desde las delegaciones regionales y también provinciales donde se conoce bien y de cerca la problemática.
Y, nuevamente, en ese repaso a la actualidad, a sus avances y sus principales retos y problemas, se hace una especial mención a la situación del tráfico de drogas y toda la delincuencia que ello acarrea en Cádiz. La Fiscalía es muy clara y apunta a esas grietas que hay que seguir corrigiendo para que el sistema funcione y no se quede solamente en meros recuentos de cifras, sino que todas esas investigaciones y operaciones sirvan realmente para algo.
En este sentido, el Ministerio Público menciona una circunstancia que se ha dado y que el ministro del Interior ha intentado echar a un lado o incluso negar cuando ha sido preguntado por ello: el desmantelamiento del Ocon-Sur, un equipo de guardias civiles (que no unidad ni tampoco de élite) que de forma especializada y con una gran capacidad e intensidad estuvieron desde 2018 combatiendo la impunidad del tráfico de drogas en el Campo de Gibraltar, en el resto de la provincia de Cádiz y en toda Andalucía. Su desaparición, por razones todavía no justificadas oficialmente, ha provocado, según la Fiscalía General del Estado que «hayan proliferado las narcolanchas de forma escandalosa». Así lo certifica esta Memoria basándose en cifras, investigaciones, incautaciones y, sobre todo, en una bochornosa presencia del narco en nuestras costas. Más numerosa y más descarada.
En este sentido, se pide que se pongan de nuevo esos medios para salvaguardar la ley en un Estado que está mostrando «impotencia» ante esta lacra y sus delincuentes. No solo policiales sino también modificaciones legales que apunten hacia sus colaboradores y logística como los incansables 'petaqueros'. Contra todo ese entramado que está perfectamente organizado y que ha demostrado su falta de escrúpulos con sucesos tan desgraciados como el de Barbate. Asesinatos y atentados que podrán volver a ocurrir sino se escucha o se quiere escuchar de una vez a quien sabe lo que dice.