EL APUNTE

En estado de guerra

El último episodio de la lucha contra la droga en Sanlúcar revela un clima de impunidad de los narcos

El apunte

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La desembocadura del Guadalquivir en Sanlúcar, la costa de Barbate y el entono del Campo de Gibraltar, desde La Línea a San Roque, son un territorio comanche donde los narcos siguen campando a sus anchas a pesar de la presencia policial. Esta situación recuerda a ... los peores tiempos de Cambados y la Ría de Arosa, en Pontevedra, donde los traficantes del tabaco dieron a finales de la década de los ochenta el gran salto al tráfico de hachís para aliarse más tarde con los cárteles colombianos de la cocaína. Entonces, fueron las madres de los jóvenes afectados por esa lacra las que iniciaron una cruzada reclamando justicia y más policías, mientras los guardias civiles destinados en la zona exigían también más medios para combatir a las los clanes familiares que habían inundando de polvo blanco una comarca tranquila. Las noticias sobre narcolanchas, alijos y muertes se han convertido en algo habitual en el sur del sur. La cercanía con Marruecos hace especialmente vulnerable a la provincia de Cádiz, que reclama más medios para luchar contra la droga. De hecho, sindicatos policiales han reconocido sin tapujos que los efectivos que tiene Cádiz para este trabajo son insuficientes par dar una respuesta certera y eficaz al narcotráfico. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, insiste en que la comarca gaditana del Campo de Gibraltar se encuentra dentro del plan de seguridad especial diseñado para perseguir las mafias de la droga. Es, a todas luces, insuficiente. De nuevo los disparos han sonado en la zona más caliente. La Guardia Civil de Cádiz ha abortado esta pasada madrugada un alijo de hachís en la desembocadura del río Guadalquivir en Sanlúcar de Barrameda, donde fueron recibidos por los participantes con una descarga de armas de guerra para evitar su actuación policial, que se saldó con la detención de nueve integrantes de la organización y la incautación de unos 2.500 kilos de hachís repartidos en 77 fardos, además de cuatro vehículos todo terreno que previamente habían sido sustraídos. Los guardias civiles que operaban en el SIVE detectaron una embarcación que navegaba de forma sospechosa en la desembocadura del río. Ante la posibilidad de que se tratara de un alijo, se organizó un dispositivo de interceptación de la misma, que culminó cuando la embarcación sospechosa tocó tierra en una zona donde la organización había previsto la descarga de la droga. Para ello, contaban con cuatro vehículos todo terreno y personal de tierra. Al llegar los agentes al lugar, los narcos comenzaron la huida a la carrera en distintas direcciones.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación