APUNTE
Dudas sobre la carga en astilleros
El PP pide la comparecencia de la presidenta de SEPI para que aclare la situación de Navantia
La situación que atraviesa Navantia levanta sospechas a pesar de los anuncios de carga de trabajo. Reaparecen otra vez las luces rojas en los astilleros de Cádiz, concretamente en las factorías de Puerto Real y San Fernando. El Gobierno de España y en especial su ... titular de Hacienda, la ministra María Jesús Montero, lleva más de un año anunciando una importante carga de trabajo para las plantas gaditanas, que no termina de materializarse y lo que es peor aún, hay serias dudas de que esas promesas de futuro se cumplan con éxito. Ante esta situación, el PP ha pedido la comparecencia en el Congreso de la presidenta de SEPI, Belén Gualda, para que explique en qué situación se encuentran esos contratos navales anunciados a bombo y platillo. Los primeros en dar la voz de alarma han sido precisamente los representantes del Comité Intercentros de la empresa, que temen que todos esos anuncios acaben como humo de tabaco.
De momento, las factorías aguardan la llegada de esa ansiada carga y la Junta se ha adelantado a los tiempos con la puesta en marcha de un plan de formación para unas 5.000 personas. Los empresarios y la propia Navantia advirtieron de la necesidad de formar a un contingente de futuros trabajadores para afrontar con solvencia esa carga que se viene encima y que, además, requiere de una plantilla especialmente cualificada. Hay preocupación en Cádiz por la situación de incertidumbre que envuelve ahora a esta empresa pública, clave para el desarrollo de Cádiz.
El contrato del BAM IS para la Armada española sigue sin arrancar en el astillero de Puerto Real, tampoco lo ha hecho la construcción de dos buques hidrográficos previstos en San Fernando y, para colmo, el acuerdo alcanzado en 2023 con Reino Unido para construir tres barcos militares se encuentra en el aire porque el socio estratégico de Navantia, el astillero inglés Harland&Wolff, ha entrado en quiebra.
Navantia tiene ahora que tomar una decisión sobre este contrato: lo rechaza o lo reactiva. La segunda opción implica la compra del astillero inglés para su reactivación. Desde luego, alguien tiene que salir a dar explicaciones sobre el futuro de nuestros astilleros. No hay que olvidar que su presidente, Ricardo Domínguez, llegó a decir el pasado septiembre en Cádiz que se necesitarían más de un millar de trabajadores para sacar adelante la carga de trabajo que se avecina. No sabemos si estamos ante un nuevo canto de sirenas en la Bahía de Cádiz.