EL APUNTE
Tanto por conocer y nada que no sepamos
Cádiz vende sus playas, su clima, sus calles, su gente, pero parece que oculta su cultura, su historia y su patrimonio
En apenas 24 horas, los gaditanos se han sorprendido con dos hallazgos únicos que demuestran como su ciudad, trimilenaria, se mantiene viva y latente pese a los empellones de la historia. Las obras en un solar de Extramuros, en Marqués de Cropani, se han topado ... con un relevante yacimiento arqueológico: restos de origen romano, de diferentes épocas, de carácter urbanístico, social y funerario, con algunas piezas de más de dos mil años de antigüedad.
Más cercano a la par que romántico, los restauradores de la histórica, única y genuina maqueta de Cádiz mostraban al gran público su gran descubrimiento: en el proceso de limpieza y conservación han encontrado una preciosa miniatura de la capilla del castillo de San Sebastián, uno de los baluartes que escolta la playa de la Caleta.
Tanto por conocer y nada que no sepamos. El patrimonio histórico y artístico de esta tierra es inmenso, superlativo. De tal magnitud que es inversamente proporcional a su capacidad para ponerlo en valor. Porque Cádiz vende sus playas, su clima, sus calles, su gente, pero parece que oculta su cultura y su historia. Muy pocos visitantes de los cientos de miles que llegan en verano a esta localidad sabrían decirle qué significa ese mapa tridimensional, cuanto menos dónde está y que se puede visitar. Para visitar por aquí, la Catedral, quizás para algunos el teatro (el vetusto y grandísimo Teatro, orgullo de los Balbo), y se para de contar después del fiasco del museo del Carnaval.
Y el problema no son los 'guiris' que amanecen desde un crucero y corretean los principales rincones en busca de sol y vida; sino los numerosos vecinos, visitantes, amigos y afines, que se sorprenden continuamente ante la mínima información que la curiosidad y la insistencia les lleva a descubrir. Para qué hablar de los propios gaditanos.
El tan reverenciado turismo empieza a presentar síntomas de agotamiento por exceso y de la cantidad se ha de pasar a la búsqueda de la calidad. Cádiz tiene muchísimo que ofrecer a un coste ínfimo en inversión, en comparación con su relevancia y su probable retorno. Es la asignatura pendiente de una ciudad que presenta recursos inagotables para ser reverenciada no sólo tres siglos, sino tres milenios después.
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