EL APUNTE
Cáritas siempre está
La labor que desarrolla esta institución es incansable y ahora, con la subida de los precios y demás crisis, es fundamental
Cientos de personas hacen cada día una labor solidaria y callada que tiene como único objetivo ayudar a otras. Ponerse en la piel de quienes no tienen lo suficiente para tener una alimentación equilibrada, constante y sana, o quienes no pueden pagarse alquileres o hipotecas, ... o supermercados comunes, porque, simplemente, no tienen dinero para ello.
Las causas que han llevado a estas personas a esa situación son dispares. Sin embargo la necesidad es común en todas. Y en situaciones de emergencia, uno de los recursos con los que siempre cuentan es Cáritas, la institución religiosa que lleva décadas entregada al prójimo y en intentar hacer el bien hacia quien se encuentra solo o desamparado.
Ayer, el obispo de Cádiz Rafael Zornoza Boy y el director de Cáritas Diocesana de Cádiz, Vicente Ortells, presentaban ante los medios la memoria anual en la que hacen repaso de las cuentas de la organización, pero sobre todo, en la que siempre llaman la atención sobre lo que queda por hacer.
En este sentido, y haciendo hincapié sobre las personas atendidas la mayoría lo fueron a través del programa de Acogida y Atención Primaria y recibieron ayudas para alimentos, el pago del alquiler de sus viviendas o para el de los recibos de los suministros. Y en este programa se atendieron en el último año a más de 5.286 familias con una inversión de 493.559,20 euros. Es decir, más de unas veinte mil personas que en la provincia de Cádiz no tienen para pagar ese tipo de recursos que son esenciales.
Por ello, Ortells daba un tirón de oreja a los políticos en cuanto al control de los precios de cuestiones básicas. «Como consecuencia del aumento del coste de vida, las familias dedican una mayor parte de su presupuesto a pagar la vivienda y a otros gastos esenciales. La vivienda se ha convertido en la carga mayor para los ingresos de las familias», insistía. Y ello lleva a no poder cubrir otras necesidades básicas como por ejemplo la salud.
De esta forma se vuelve a poner en evidencia que hay muchísima gente que debido a lo que se ha encarecido la cesta de la compra (y cuyo precio parece que no bajará pronto) está dejando sin poder atender otros gastos, otros recursos para poder tener una vida digna con salud, con una vivienda en condiciones, o sin acumular deudas e impagos. Algo estará pasando, esa situación es difícil de querer inventársela.