EL APUNTE
Una de cal y otra de arena
La expansión ahora de Dragados Offshore en San Roque choca con la situación de Acerinox en Los Barrios
La industria gaditana presenta en estos momentos dos caras de una misma moneda. Mientras que la compañía Dragados Offshore acaba de obtener el permiso para ampliar sus instalaciones en Campamento (San Roque), la empresa Acerinox, con sede en Los Barrios, sigue enfrascada en un conflicto ... laboral que dura ya cuatro meses. Dragados Offshore ya anunció el pasado año la ampliación de su planta en el Bajo de la Cabezuela (Puerto Real) para poder afrontar la carga de trabajo que tiene en cartera. Ahora, la ampliación de suelo solicitada tiene lugar en el muelle exterior de Campamento (San Roque), donde la empresa necesita más espacio para poder fabricar plataformas eólico-marinas. Esta empresa tiene encargos de eléctricas holandesas y alemanas para fabricar, al menos, media docena de plataformas, lo que asegura una década de trabajo en Cádiz. La ampliación ahora de las instalaciones de Campamento obedece a las necesidades para cumplir con los plazos de entrega comprometidos. Por el contrario, la situación de la empresa Acerinox de Los Barrios, uno de los máximos exponentes en la fabricación de acero inoxidable va de mal a peor. Masa Campo de Gibraltar, principal subcontrata de Acerinox con 200 trabajadores, ha decidido rescindir el contrato que actualmente mantiene con la compañía acerera de Palmones sin precisar aún a los trabajadores cuál será su futuro. Así se lo ha trasladado la dirección a los representantes de la plantilla en una reunión. Se trata de una consecuencia de la huelga que mantienen los trabajadores de Acerinox, que llega a los 108 días de protesta. La plantilla ha rechazado la propuesta de convenio colectivo presentada como mediación por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL), dependiente de la Consejería de Empleo, por 1.200 votos negativos y 427 votos a favor. El rechazo mayoritario a la propuesta de los mediadores del CARL llega después de que la negociación del convenio llegase a un punto de bloqueo admitido por los representantes de los trabajadores y la empresa, y cuando la dirección ya puesto ha sobre la mesa medidas que afectan al empleo tanto de forma temporal, bajo la figura de un ERTE, como permanente. El caballo de batalla en el conflicto es la reorganización de los sistemas de trabajo que ha planteado la empresa, que pide flexibilidad a los trabajadores frente a los turnos con los que tradicionalmente se ha funcionado.