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La Bahía y su motor económico marino
El Puerto de Cádiz sigue su proceso de crecimiento y se consolida como una de las grandes fortalezas económicas presentes de la comarca
Para que una empresa, para que un objetivo, prospere, siempre es más importante darle a la pala que al pico. Este proverbio castizo tiene un significado más que evidente: de nada sirven los grandes discursos, la palabrería vacua y constante si eso no va acompañado ... de grandes dosis de trabajo. Incluso si ese esfuerzo puede desarrollarse en silencio, despojándose de todo egotismo y ecolalia, mucho mejor. Del talento y de la constancia salen los mejores resultados. No olvidemos que obras son amores y no sólo buenas razones.
El Puerto de Cádiz es una de las muestras de que el trabajo, cuando se hace con la intención más de obtener resultados que de figurar en grandes titulares, termina dado sus frutos. Cádiz se ha convertido en un lugar fundamental para las rutas de cruceros y sigue batiendo récords en cuanto a escalas. Esta situación no solo supone un gran oportunidad en cuanto a potencial turístico de la ciudad (se suele decir que un 10% de quienes llegan en crucero vuelven a visitar la ciudad) sino que además está generando un gran movimiento económico, ya que crece el número de empresas que le prestan servicio a los cruceros y a los cruceristas, desde la propia Navantia hasta los restaurantes pasando por las agencias de viajes.
Además, el entorno está pendiente de la gran remodelación que traerá consigo la culminación de la estación de contenedores, que hará del muelle gaditano que conocemos un gran receptor de cruceros y que facilitará, además, su ansiada integración dentro de la ciudad, uno de los proyectos más ambiciosos y necesarios de Cádiz.
En paralelo, y pese a los avatares de la guerra, el transporte de mercancías no ha hecho sino aumentar, confirmando que la apuesta por la provincia como gran nudo logístico era una idea que hubiera tenido un gran recorrido, máxime con las futuras conexiones por ferrocarril que deben habilitarse.
El futuro de Cádiz, y también su presente, pasan de nuevo por mirar al mar. El mismo que trajo las décadas de gloria a la ciudad puede dejarnos, de nuevo, años de renovada prosperidad.
