APUNTE
Ambiente crispado
El anuncio del pacto entre PSOE y Junts ha tenido sus primeras consecuencias en Cádiz
La tensión y nerviosismo pueden sacar a la luz lo peor de cada uno. La rabia es mala compañera de viaje cuando el subconsciente traiciona y se deja llevar por un acto reflejo o, peor aún, por una masa que clama justicia. Por esta razón es conveniente mantenerla calma y contar hasta tres antes de patalear. La negociación previa que marca la investidura de Pedro Sánchez como presidente la semana que viene ha sido el detonante de una oleada de crispación en nuestro país que ha tenido sus primeras consecuencias en la provincia. Este jueves a mediodía se hacía oficial el pacto entre el PSOE y los independentistas que permitirá a Pedro Sánchez seguir en la Moncloa.
En la trastienda de la negociación estaba la amnistía para todos los implicados en el 'procés', la condonación de la deuda a Cataluña por valor de 15.000 millones de euros y el traspaso de competencias de la gestión de los trenes de Cercanías, pero la sorpresa ha sobrevenido al comprobar que en el documento también se incluye un referéndum para calibrar la autodeterminación y la gestión de impuestos, es decir, como asegura el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, todo en un mismo paquete o, lo que es lo mismo, una humillación y la fractura del Estado de Derecho, así como la quiebra del principio de igualdad entre las comunidades autónomas.
El anuncio ha provocado que la tensión contenida durante las últimas semanas se desborde y Cádiz sume la primera agresión a un político socialista. El suceso ha tenido lugar este jueves en Sanlúcar cuando un individuo ha acusado al exalcal del PSOE y edil del Consistorio, Víctor Mora, de destruir España. Acto seguido lo ha agredido. No ha sido el único acto violento en nuestro país el mismo día que se hacía público de forma oficial el pacto. En Madrid, el que fuera resposable del PP en Cataluña y fundador de Vox, Alejo Vidal-Quadras, ha sido tiroteado en el barrio de Salamanca de la capital. A este rosario de manifestaciones violentas debemos sumar las protestas frente a las sedes del PSOE, donde una de las manifestaciones ante la sede madrileña de Ferraz se fue de las manos.
Es evidente que el PSOE y sus negociaciones han sembrado un caldo de cultivo de crispación y odio entre la población que resulta ahora difícil de contener, sobre todo, por que el acuerdo es lesivo. No hay que olvidar que este pacto obedece a la necesidad del PSOE para reunir los siete votos que le faltan para imponerse y seguir en el poder, a pesar de ser el derrotado de las elecciones generales del pasado julio. El llamamiento a la calma se hace ahora más necesario que nunca, especialmente cuando el pacto ya es oficial
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