El apunte
Agresiones en las aulas
El violento caso vivido en el instituto jerezano debe servir para reflexionar sobre el papel que juega la violencia entre los jóvenes
El suceso ocurrido durante la mañana de ayer en el IES Elena García Armada de Jerez sobrecogió a todos. Que un joven de 14 años apuñalara a compañeros y profesores es algo que parecía muy lejano para la sociedad gaditana, andaluza y española, pero lamentablemente ha quedado demostrado que puede ocurrir.
Estamos acostumbrados a leer noticias similares, aunque con peores consecuencias que la sucedida en el instituto jerezano, en países como EEUU, e incluso en poblaciones del norte de Europa, pero lo ocurrido debe suponer un aviso para todos, desde políticos, pasando por docentes y progenitores.
Hay una preocupación lógica que todos comparten porque ha quedado demostrado lo frágil que puede llegar a ser nuestro sistema. Desde el AMPA del instituto dejaban caer una evidencia. Por un motivo que aún se desconoce, «el chico no ha gestionado bien algo».
Sea cual fuere la motivación que le ha llevado a cometer este terrible acto, parece lógico pensar que es necesario que se implementen las medidas para evitar que se reproduzcan agresiones a docentes y alumnos. En este caso, no había ningún protocolo de acoso, ni ningún protocolo abierto sobre el menor, según confirmó la consejera de Educación, Patricia del Pozo.
Lo cierto es que, independientemente de los motivos que llevaron al agresor a cometer este acto de violencia, la gestión de los equipos de psicólogos y las enfermeras de referencia escolar preparadas precisamente en este tipo de cuestiones resulta fundamental para que los demás alumnos puedan sobrellevar una situación como la vivida.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno Bonilla abría un interesante debate sobre la necesidad de reflexionar sobre «el papel que juega la violencia en todos los ámbitos, en el televisivo, en el cinematográfico, en el de los juegos, en el social, o en el de las redes sociales gratuitas, a veces de extrema violencia».
Más allá del suceso, sería interesante ahondar en la salud mental de los más jóvenes para intentar entender los motivos que pueden llevar a cometer delitos como este. Porque, como ha quedado demostrado, no estamos a salvo de que en las aulas puedan suceder agresiones que todos habíamos visto hasta ahora muy lejanas.
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