Opinión

La violación como arma de guerra

Es evidente que cualquiera de nosotros debemos ser contrarios a cualquier tipo de violencia

Eduardo Moyano

Madrid vivió una jornada de división en el movimiento feminista con una docena de manifestaciones en la capital contra la violencia machista

No hay acuerdo entre las distintas asociaciones por la Ley Trans y ahora esa fractura se ha hecho más profunda por la ley ... del solo sí es sí.

Es evidente que cualquiera de nosotros debemos ser contrarios a cualquier tipo de violencia y los abusos y las violaciones siguen produciéndose en cualquier parte del mundo.

Estas situaciones se agravan, si cabe. Son cifras terribles que crecen desproporcionadamente cuando nos encontramos en conflictos bélicos como el de Ucrania donde las violaciones se utilizan como arma de guerra. Ocurrió hace treinta años en otro conflicto que asoló la vieja Europa, el de la antigua Yugoslavia en que miles de mujeres fueron víctimas de los ejércitos enfrentados.

Aquellos sucesos, tres décadas después han hecho que muchas mujeres sigan traumatizadas por la violencia que ejercieron contra ellas, en muchos casos provenientes de sus propios vecinos y compañeros a los que todavía pueden encontrarse por las calles. La directora Vedrana Pribacic y la productora Mirta Puhlovski estuvieron estos días en Madrid para presentar su documental 'Bigger than trauma' ('Más fuertes que el trauma') que ha sido una de las diez películas preseleccionadas por la Academia como candidata al Goya de mejor película europea.

La cinta croata se ha centrado en la guerra entre Serbia y Croacia y en un programa pionero que invita a las mujeres de ambos países «a intentar –dice la sinopsis de la película– llevar a cabo una terapia personal, profunda y reformadora». Se busca que sean más fuertes que el trauma que les causó la situación vivida y que les hace permanecer en el pasado incapaces de avanzar en sus vidas y sus relaciones.

En el filme asistimos a esas reuniones terapéuticas y al relato estremecedor de las mujeres que sufrieron todo tipo de violaciones, personalizado en tres Katica, Ana y Marija que recuerdan ante la cámara lo vivido y la esperanza de superar los terribles años de guerra. Su directora me contó que trabajaron durante cinco años en la película entre el rodaje y el montaje. «Como autoras-me dijo-estábamos más interesadas en cómo transmitíamos esta experiencia a los espectadores con el fin de no alterar el proceso terapéutico y conseguir una atmósfera lo más íntima posible para mostrar el proceso de cambio interno de las mujeres desde que se iniciaron en el programa».

El documental describe todo el proceso de las mujeres para intentar superar el trauma que sufrieron y también hace mención a la lentitud del sistema judicial o el escaso interés de los gobiernos para llevar a cabo programas como el que se narra en el documental.

«La violación durante la guerra- recuerda la directora Vedrana Pribacic- es una estrategia , el perpetrador sabe que cuando hace eso a una mujer está hiriendo a todo el mundo a su alrededor, a sus conocidos, sus hijos, maridos, padres… Es muy difícil probar la violación, ya que no hay evidencias que pervivan. Los juicios además son un infierno para las víctimas. Un infierno en el que tienen que probar que han sido violadas y torturadas y donde tienen que estar cara a cara con su violador».

'Bigger tan trauma' es una historia universal, porque logra transmitir al espectador el proceso de transformación interior de una mujer herida emocionalmente, de una manera extremadamente realista. «Hemos construido –concluye Vedrana Pribacic– una historia sobre mujeres que han vivido experiencias muy dolorosas que, progresivamente se han ido abriendo y solidarizándose entre ellas y que, posteriormente han sido capaces de dejar atrás un proceso tan traumático».

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