opinión
La resignación de los niños refugiados
'Vida en pausa' es un drama familiar cuya estética tiene mucho de documental y en momentos de ciencia ficción. Pero ese mundo que retrata la película de Avranos está vigente
La semana pasada dediqué mi artículo a 'Sorda', la notable película de la debutante Eva Libertad que da voz a las personas con problemas auditivos en España, que superan el millón doscientas mil. Es una película que no deja indiferente a nadie como me ha ... ocurrido esta semana con 'Vida en pausa' que da visibilidad al llamado síndrome de resignación infantil, una especie de estado comatoso que afecta a niños, especialmente refugiados , y que había permanecido prácticamente oculto durante más de 20 años. Según ha contado su director, el cineasta griego Alexandros Avranas ('Miss Violence', 'Crímenes oscuros'…) había afectado a cientos de niños en Suecia desde principios de los años 2000.
El cineasta griego sustenta su película en la historia real de un matrimonio ruso y sus dos hijas que solicitan asilo en Suecia. Él, profesor de instituto, ha sido sometido a torturas y su vida corría peligro en la Rusia de Putin.
Los cuatro están tratando de adaptarse a las costumbres suecas. Han recibido un confortable piso de acogida , sus hijas van al colegio, ellos trabajan , intentan aprender sueco…en definitiva, hacen lo posible por integrarse en la sociedad que los acoge, sometiéndose a todas las exigencias para conseguir el asilo definitivo.
Durante el proceso de solicitud de asilo tienen que someterse a una especie de interrogatorio de la Junta de Migraciones, cuyos integrantes determinarán si pueden ser reconocidos como asilados políticos o su solicitud debe ser rechazada.
La Junta no contempla sus argumentos y decide negarles el asilo, aunque les dan la posibilidad de recurrir. La niña pequeña entra en coma incapaz de soportar la angustia que viven sus padres que podrían ser repatriados a Rusia donde sus vidas corren peligro. Los padres vuelven a ser sometidos a un exhaustivo interrogatorio por si la niña hubiese sido objeto de maltrato y les piden que no se alteren y que siempre los vean sonrientes. Sonreír con las dificultades que tienen que afrontar no parece ser la solución. Pero la burocracia, la frialdad que trasmiten los funcionarios o los propios médicos es así.
Esa incertidumbre que viven los refugiados , esa intriga desnuda la deshumanización de los organismos que determinan su futuro . Lo políticamente correcto de unos funcionarios que actúan como robots y que en no muy largo plazo acabarán siendo sustituidos por la inteligencia artificial. Es como si los humanos que toman decisiones en la película estuviesen automatizados y programados.
Como digo, la película da visibilidad a este síndrome por el que cientos de hijos de refugiados entraban en un estado catatónico severo, en ocasiones durante años.
'Vida en pausa' es un drama familiar cuya estética tiene mucho de documental y en momentos de ciencia ficción. Pero ese mundo que retrata la película de Avranos está vigente. El cineasta griego consigue trasmitirnos esa sensación de inseguridad, impotencia y por qué no terror de la familia que intenta construir una nueva vida obligada por la represión que sufren en su país de origen.
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