Opinión
Gladiator II: una de romanos
El octogenario Ridley Scott sigue plenamente en activo y ya piensa en una tercera entrega
Entre los objetivos del cine figura generar hábitos de análisis o reflexión y, en ocasiones, tan solo buscar el entretenimiento. A sus 86 años, Ridley Scott cumple con este último objetivo porque «Gladiator II» es y ante todo, una película que busca el entretenimiento ... del espectador que, durante dos horas y media, se sumerja en su butaca y disfrute de una historia sin demasiadas aristas y con profusión de efectos para visualizar algunas secuencias espectaculares.
Este remake del «Gladiator» que dirigió en 2000 el cineasta británico y que supuso el único Oscar de la historia para una película de romanos , es inferior, pero eso no quiere decir que sea una mala película porque su conjunto resulta espectacular.
Es una cinta de romanos, como las de antes, cuando el subgénero recibía el nombre de «peplum», con buenos y malos y una trama no demasiado enrevesada, aunque poco creíble, como algunos de los detalles fuera de época que incluye Scott en su cinta.
Ya es sabido que el director británico no es muy estricto con las películas históricas, véanse «1492. Lo conquista del paraíso», «La puerta del cielo», «Napoleón» y la primera entrega y si excelente Gladiator(2000), que protagonizó Russel Crowe, cuarenta años después de aquella memorable «Espartaco», de Stanley Kubrick que tuvo en el papel principal a Kirk Douglas. La enorme carrera cinematográfica de Ridley Scott siempre será recordada por títulos emblemáticos como »Blade Runner». «Alien: el octavo pasajero» o «Thelma y Louise» pero insisto, si obviamos ,algunos detalles como un diario en época romana, »Gladiator II», es cine espectáculo y no se hace aburrida a pesar, de su larga duración.
El arranque es grandioso, con más de quince minutos , con las naves romanas asolando Numidia, una ciudad libre del norte de África, donde vive Lucio (Paul Mescal) . Tras ver como su hogar es conquistado por el ejército romano que dirige el general Acacio (Pedro Pascal), Lucio es vendido como gladiador a Macrino (Denzel Washington) organizador de los grandes combates en el circo romano.
Combates espectaculares y en particular el que enfrenta a Lucio y otros gladiadores a un rinoceronte montado por un jinete, la lucha contra unos simios hambrientos y sanguinarios o las batallas navales en un coliseo convertido en lago artificial. Las secuencias de acción son espléndidas y tienen fuerza por sí mismas junto a las intrigas de palacio, encarnadas en los déspotas emperadores Geta y Caracala, hermanos gemelos que ejercen su despotismo y tiranía contra cualquiera que se oponga a ellos, incluido el general Acacio, héroe de Roma y su esposa Lucila(Connie Nielsen), hija del añorado Marco Antonio.
Macrino, el elector de gladiadores, es una especie de Maquiavelo que busca alcanzar el poder el total. Está ambientada veinte años después del enfrentamiento de Máximo(Gladiator en la primera entrega) con el emperador Cómodo, con un guion que firma Davis Scarpa, quién también escribió el de la última película de Ridley Scott, hasta la fecha, «Napoleón».
Recuerdos del pasado, deseo de venganza , poder , tiranía y búsqueda de justicia como trasfondo de una película plena de acción y de medios técnicos. El octogenario Ridley Scott sigue plenamente en activo y ya piensa en una tercera entrega.
Servirá para revitalizar un género que vivió sus momentos de gloria en las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo pasado. Títulos como Ben Hur, en sus diferentes versiones; ¿Quo Vadis?, «La caída del imperio romano», «Cleopatra», «La túnica sagrada» o «Aníbal, rey de los hunos» permanecen en la retina de todos los buenos aficionados.