El deporte que brilla

Cuando escribo estas líneas todavía no se ha jugado la final del Europeo de Selecciones entre Inglaterra y España, ni siquiera Alcaraz ha saltado a la pista central de Wimbledon para intentar conseguir su segundo entorchado en el prestigioso torneo británico. La tarde del domingo la imagino que fue de sillón para millones de españoles que no quisieron perderse primero, las carreras y los raquetazos del tenista murciano sobre la yerba inglesa y que posteriormente, tras un brece paréntesis, vieron corretear por Alemania y el estadio berlinés donde se jugaba la final a los Rodri, Cucurella, Carvajal, Del Olmo, Lamine Yamal o Nico Williams que buscaban conseguir la cuarta Copa de Europa para España convirtiéndose así, en el equipo europeo con más trofeos en su haber.

Imagino una tarde/noche teñida de 'rojo', para vibrar con el deporte y dejar aparcados los problemas que, volverán a surgir después de este paréntesis que ha tenido a millones de personas pegadas al televisor.

Este catorce de julio, fiesta nacional francesa , con el equipo de Mbappé apartado de la final por España, ha sido un domingo especial , un domingo en el campo, como aquella película de Bertrand Tavernier, aunque sustituyendo la campiña francesa por la sala de estar , en una mullida butaca, a ser posible y con el runrún vecinal de los uy, las ocasiones, los disparos o los goles, un rato después de que los reveses, las voleas o las dejadas atrajesen todas las miradas .

Y recurriendo a aquella épica 'Evasión o victoria' veo que el deporte no ha encontrado una buena sintonía con el cine, salvo, seguramente, el boxeo que cosechó grandes títulos en la época dorada del cine negro.

Si hablamos de fútbol, la película de John Huston, no es que digamos un fiel reflejo del 'deporte rey'. Es un filme épico y emotivo en que el partido de fútbol es el momento cumbre de la narración. Las evoluciones que la cámara nos muestra de los jugadores no tienen mucho que ver con la realidad del juego, pero ver una chilena de Pelé con el brazo en cabestrillo o a Sylvester Stallone retando con la mirada al lanzador alemán de un penalti, es hoy un documento impagable.

Aquí en nuestro cine se ha recurrido a la parodia para mostrar el fútbol con títulos como «El penalti más largo del mundo», o en tiempos pretéritos aquel 'Fenómeno' que protagonizó Fernando Fernán Gómez, en que un científico llegado de Alemania es confundido por un equipo de fútbol como el jugador estrella que esperaban .

También Gonzalo Suárez contó la historia de un portero que se ganaba la vida parando penaltis, de pueblo en pueblo en la posguerra española.

Si miramos al tenis hay una película reciente 'El método Williams'(2021) que ahonda en la preparación de las dos hermanas Serena y Venus con un padre absolutamente exigente desde que eran muy niñas. La película muestra los sacrificios que llevan a cabo los deportistas de élite para conseguir sus objetivos y, son muchos los que se quedan a las puertas. No hay una comunión entre el deporte y el cine, aunque, a buen seguro, que con la pantalla grande o las canchas donde hay competiciones tengamos asegurada la evasión aunque no haya victoria.