opinión
Demasiados premios para 'Anora'
Los académicos han debido ver algo excepcional en la película de Sean Baker y a mí se me ha escapado
Después de la resaca de los Oscar comienza la cuenta atrás para la próxima edición. «Anora» arrasó y la verdad es que me sorprendió porque no creo que sea una magnífica película y, en cualquier caso, inferior a títulos como «El brutalista», «Conclave» e incluso « ... Emilia Pérez». Pero los académicos han debido ver algo excepcional en la película de Sean Baker y a mí se me ha escapado.
Dentro de nada, en poco menos de 365 días, estaremos otra vez comentando los Oscar que, no dejan de sorprendernos y no lo digo tan solo, por aquel horror de película, «Todo a la vez en todas partes» que, en 2023, decidió ganar hasta siete estatuillas .
«Anora», es sensiblemente mejor a aquel bodrio y se ha llevado cinco de las que le sobran, por lo menos un par de ellas.
Creo que no es la mejor película de 2024. Es una historia lineal que, algunos han relacionado con «Pretty Woman» y otros, podríamos irnos más atrás con la imperecedera historia de «La cenicienta».
«Anora», es la historia de una joven de clase humilde que ejerce como prostituta de «motu propio», en un club nocturno de un barrio del Brooklyn neoyorquino. Allí, llega su príncipe azul, un histriónico jovencito de origen ruso que, se encapricha de ella, tanto que se casan en Las Vegas.
La primera parte de la película es una sucesión de escenas de sexo, drogas y alcohol. A ello podríamos añadir la adicción del jovencito a los videojuegos que forman parte de su única razón de ser. Un personaje frenético, simple y caprichoso.
La parte intermedia del metraje resulta más divertida, con una serie de personajes estrambóticos que deben poner fin al matrimonio de los jóvenes . Carreras, persecuciones, equívocos, golpes, gritos y todo un cóctel delirante que se va aplacando cuando los padres del chico llegan a Nueva York en su jet privado para acabar definitivamente con el matrimonio. Son unos magnates, unos potentados que no tienen ningún tipo de escrúpulos en despachar a Anora, aunque ella repudia su nombre y se hace llamar Ani.
El desenlace nos lleva a pensar que el director ha querido mostrar que hay mucha más dignidad en la joven prostituta que en su «príncipe azul» y sus padres que, solo se mueven por el poder del dinero y los excesos. No miran más allá.
Esa es la historia que ha barrido en los Oscar y, a mi entender, está por debajo de la que cuenta «El brutalista», o ese «Conclave» que nos lleva al interior de El Vaticano.
Tampoco entiendo que sea el mejor guion . Me parece más complejo «El brutalista» y me gustó el de «Septiembre 5»,por su limpieza, por lo fácil que cuenta aquel brutal atentado terrorista en los Juegos Olímpicos de Munich, en 1972.
Como director me parecía que su más duro competidor era Brady Corbet por «El brutalista», pero finalmente cayó también del lado de Sean Baker que, si entiendo, mereció el de montaje, por la minuciosidad de su trabajo.
Tampoco pongo reparos en la actuación de Mickey Madison que lleva el peso de toda la película. Merece el Oscar con permiso de Demi Moore, que no ganó por «La sustancia», pese a ser la favorita y perdió uno de sus últimos trenes pasados los sesenta. Mickey Madison es una joven de 25 años, a la que podemos recordar vagamente en «Erase una vez en Hollywood» de Quentin Tarantino y la última entrega de «Scream» y que, no cabe duda, tiene una gran carrera por delante.
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