opinión
As Bestas: la Galicia más oscura
Un thriller rural, que se sustenta en hechos reales y que seguro va a ser candidato a todos los premios
«AS BESTAS» la última película de Rodrigo Sorogoyen , es uno de los títulos más destacados de este año en el cine español. Un thriller rural, que se sustenta en hechos reales y que seguro va a ser candidato a todos los premios.
Sorogoyen sabe ... muy bien lo que se trae entre manos. Sus historias no dejan indiferente a nadie. Desde su primer largometraje «Stockolm», un filme intimista ,de bajo presupuesto en que una pareja caminaba por las calles de Madrid después de una noche de fiesta demostró lo bien que rodaba.. Ya, digo, era una película pequeña, una opera prima que, como tantas otras, podía haber pasado desapercibida pero detrás de ella había un contador de historias, un cineasta con mayúsculas como estamos comprobando en cada una de sus historias, tanto para cine como para televisión.
No tiene una cinematografía muy extensa desde que debutara en 2013 pero sus películas «Que Dios nos perdone», «El Reino» y «La madre», han encontrado el respaldo del público y de gran parte de la crítica. No le van a la zaga las series de televisión que ha dirigido totalmente como «Antidisturbios» , o alguno de los capítulos de «Apagón» o «Historias para no dormir». A sus cuarenta y un años camina con paso firme dentro del panorama audiovisual europeo.
«As bestas» es una coproducción hispano-francesa que cuenta la historia de un matrimonio francés que cuida la agricultura ecológica y que busca recuperar la remota aldea gallega en la que viven rehabilitando edificios semiderruidos. Son felices en ese entorno, pero buena parte de sus vecinos creen que su actitud les ha impedido vender sus propiedades a una empresa que proyecta molinos de energía eólica.
El guion del propio Sorogoyen e Isabel Peña no muestra a la pareja protagonista como adalides del medio ambiente y del entorno natural. Ellos están felices es esa remota aldea del interior de Galicia, pero no atienden las razones de los vecinos que están hartos de la rudeza del campo y quieren pasar la última etapa de su vida en la ciudad con el dinero que obtengan por sus tierras.
Algunos no buscan conflictos, pero una familia formada por la madre y sus dos hijos considera que «los franceses» les impiden marcharse del pequeño pueblo. La tensión va creciendo entre las dos familias hasta que estalla de manera trágica. Denis Menóchet, que ya sido nominado al Forqué de mejor actor, borda el papel del «extranjero» en tierra extraña con Luis Zahera, extraordinario, dándole la réplica como el nativo que cree que todo pertenece a quienes nacieron allí y nadie venido de fuera puede contradecirlos. Una película dura y sin concesiones que no dibuja el medio rural de manera idílica y que se suma a otros títulos que se asoman a nuestras pantallas, ahondando en las difíciles condiciones que afrontan los agricultores con las cada vez más frecuentes sequías o las escasas ayudas que perciben de las Administraciones.
Con todas sus diferencias en cuanto al tratamiento narrativo o de género «Alcarrás», otro de los títulos destacados del año, también muestra el día a día y la dureza del trabajo en el campo como he visto en títulos recientes de cinematografías tan remotas como la de Mongolia, «Queso de cabra y te con sal» o de Bolivia, con la historia de dos ancianos campesinos en «Utama».