EN LÍNEA
Política de plazos
Antonio Muñoz exige al resto de administraciones un cronograma para los proyectos en la ciudad. Bien. ¿Y que pasa con los que son municipales?
SE marchará el alcalde de Sevilla a sus días de descanso agosteño con las bases de su acción política para el año final de mandato bien asentadas. Y con los argumentos esenciales más que definidos. Sus movimientos de las pasadas semanas no dejan resquicio alguno ... a la duda en esa faceta y el mermado equipo de Antonio Muñoz sabe lo que tiene que hacer y, sobre todo, decir. Los meses previos a las elecciones locales se usarán, como suele suceder, en derivar responsabilidades a otras administraciones, trasladar a la opinión pública que el Ayuntamiento tiene competencias limitadas y que son otros los que no están haciendo lo que les corresponde, para lo que se centrará el discurso en los proyectos ajenos al equipo municipal. Ya se enseñó la patita poniendo de nuevo sobre el tapete la tasa turística, que no depende del Consistorio, por ejemplo. Y justo después, la Ley de Capitalidad, otro palo en la candela de la Junta.
El paso más reciente ha sido la reclamación que el propio regidor ha hecho para que los ejecutivos central y autonómico concreten un cronograma con las actuaciones en infraestructuras que mantiene pendientes la capital andaluza. Entiéndase, financiación de la línea 3 del metro, ampliación del Museo de Bellas Artes, avances en la Ciudad de la Justicia pero también ronda SE-40 o conexión ferroviaria desde Santa Justa hasta el aeropuerto. Para terminar de fijar esa posición de choque y la idea de discriminación desde la que se quiere actuar en la Plaza de San Francisco durante los meses que lleven hasta las urnas, el equipo socialista local ha tenido al menos la decencia y la inteligencia de incluir en sus demandados al Estado y poder así parecer más ecuánimes, pero lo cierto es que la estrategia de confrontación con el recién creado Gobierno andaluz de Juanma Moreno está servida. Más teniendo en cuenta que en breve la campaña electoral no sólo será en la ciudad sino nacional y que Pedro Sánchez ordenará redoblar las críticas al PP. Pero además del hartazgo que esa retórica maniquea genera en los ciudadanos, quizás no haya calibrado bien Muñoz que a él también pueden solicitarle un cronograma para los proyectos estrictamente municipales. Entonces se puede ver un número. ¿Está dispuesto el alcalde a firmar fecha de conclusión y puesta en servicio de la ampliación de tranvía a Nervión? ¿Puede prometer el máximo responsable municipal que en verano del año que viene estará funcionando esa prolongación del Metrocentro? ¿Y cuándo se podrá circular por las calles cortadas? ¿Es capaz de asegurar siquiera en qué momento estarán rematadas las obras de la Cruz Roja, la Ronda, Torneo o Las Razas? ¿Y el Pabellón Real o la muralla de la Macarena? Si vamos a exigir a todos concreción en los plazos, quizás sea mejor empezar por uno mismo. O quizás no...
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