EDITORIAL

Rectificación e improvisación por decreto

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, aseguró ayer que bares y restaurantes podrán fijar la temperatura de sus aparatos de aire acondicionado en el «entorno de los 25 grados»

Editorial ABC

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Cuatro días ha tardado el Gobierno en convertir en papel mojado su decreto de medidas de ahorro energético, repleto de incongruencias, errores e injerencias de dudosa legalidad.

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, aseguró ayer que bares y restaurantes podrán fijar la temperatura de sus aparatos de aire acondicionado en el «entorno de los 25 grados», lo que abre la horquilla de la discrecionalidad que permiten los 'entornos', según la interpretación de cada cual. La corrección del Ejecutivo no solo viene a reconocer la falta de criterio con que redactó su real decreto, sino que consagra una forma de legislar basada en la inseguridad jurídica, la inconcreción normativa y la improvisación.

El 'entorno de los 25 grados' que, a modo de anexo oficioso y circunstancial a una norma ya publicada, propone la ministra de Transición Ecológica es una nueva expresión de la desconfianza que genera el Gobierno cuando interviene cualquier sector, tocado por la crisis y sometido a su arbitrariedad.

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